Para que la trágica práctica del aborto llegue a su fin.

 

INVOCACIONES

Padre nuestro, 3 Ave Marías, Gloria…

 

REFLEXIÓN

En cada etapa y en cada circunstancia, somos sostenidos en la existencia por el amor de Dios. La presencia de una enfermedad, discapacidad u otra circunstancia desafiante nunca disminuye el valor de una vida humana. Dios no nos llama a la perfección de las apariencias o habilidades, sino a la perfección en el amor. Cristo nos invita a abrazar nuestra propia vida y la de los demás como verdaderos dones.

El aborto rechaza trágicamente la verdad de que cada vida es un don bueno y perfecto, que merece protección. Esta práctica violenta pone fin a la vida de un ser humano en su mismo principio e hiere terriblemente a todos los que implica. Pero Cristo vino para que “tengan Vida, y la tengan en abundancia” (Juan 10,10), asumiendo la carne humana por nuestra redención. Que nuestra cultura conozca el poder del amor transformador de Dios, para que todos los ojos se abran a la increíble belleza de cada vida humana.

 

ACTOS DE REPARACIÓN

Descansa hoy de la televisión y las películas. Considera pasar algo de ese tiempo orando con la reflexión de hoy.

 

ORACIÓN

Padre celestial, gracias
por el preciado don de la vida.

Ayúdanos a valorar y proteger
este don, incluso si hay temor,
dolor y sufrimiento.

Danos amor por todas
las personas, en especial los más
vulnerables, y ayúdanos a dar
testimonio de la verdad
que toda vida merece vivir.

Concédenos la humildad de
aceptar ayuda si la necesitamos,
y enséñanos a ser misericordiosos
con todos.

Que otros encuentren
por nuestras palabras y acciones,
el abrazo de Tu misericordia.

Te lo pedimos por Cristo,
nuestro Señor.

Amén.