¿He codiciado o deseado enfermizamente los bienes ajenos?
¿He caído en la avaricia, o sea la pasión inmoderada por las riquezas materiales, y el poder sobre ellas? “el ojo del avaro no se satisface con su suerte” (Si 14,9)
¿He sentido envidia, o sea, he sentido como “tristeza” ante el bien o el triunfo de los demás, y un deseo desordenado de poseer u obtener lo mismo, aunque sea en forma indebida?
¿He deseado un mal grave al prójimo?
¿He estado muy apegado a las cosas terrenales (dinero, vehículos, casas, terrenos, computadores etc.) y ocupo casi todo mi tiempo en acumular esas “cosas materiales”?