Novena de Navidad
Novena de Navidad

Cuarto día

 

ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS (todos juntos)

Dios de Amor y misericordia, que tanto nos has amado, que nos has dado en tu Hijo la más valiosa prenda de tu amor, hecho Hijo de Mujer en las entrañas de María para nuestra reconciliación. Te damos gracias de todo corazón por habernos ofrecido tan inmenso beneficio. Te ofrecemos de nuestra parte el esfuerzo permanente por cooperar con tu gracia y ser más fieles a tu Plan. Te pedimos, por los méritos de tu Hijo, que dispongas nuestros corazones en esta Navidad con la reverencia y humildad necesarias para acogerlo con gozo y anunciarlo a los demás.

 

LECTURA BÍBLICA PARA CADA DÍA
Mirando el misterio de la Navidad desde los magos.

«Al ver la estrella, (los magos) se llenaron de inmensa alegría. Entraron en la casa; vieron al Niño con María, su madre, y, postrándose, le adoraron; abrieron luego sus cofres y le ofrecieron dones de oro, incienso y mirra» (Mt. 2, 10-11).

Nosotros también nos alegramos al ver las luces de la Navidad. Sin embargo, no podemos perder de vista que las luces y los signos festivos son a causa del nacimiento de Jesús y que por sí solas no dan alegría alguna. Aprendamos de estos sabios de Oriente a ver el misterio profundo de la Navidad, así el mundo entero se quede buscando la alegría sólo en las luces y la algarabía. La fiesta de la Navidad sin Jesús es vacía y nos deja siempre insatisfechos.

¿Me hago expectativas de la Navidad y cuando ésta llega me siento como vacío? ¿No será que le falta Jesús? ¿Me quedo en lo exterior o me alegro con el misterio de fondo?

*Resolución: Al ver las luces navideñas pensaré en Jesús y escucharé villancicos.

 

ORACIÓN AL NIÑO JESÚS

Dulce Niñito Jesús, sabemos que tú eres el centro de la Navidad y el que nos da la alegría en nuestro corazón. Queremos pedirte que bendigas nuestras familias y nos ayudes a ser limpios de corazón, obedientes y esforzados en nuestras responsabilidades.

Te pedimos que, al prepararnos para celebrar tu nacimiento, podamos acogerte en nuestro corazón y renovemos nuestro empeño por ser apóstoles incansables de la Reconciliación.

 

CANTO O VILLANCICO FINAL