Que todos los que defienden la vida encuentren fortaleza y renovación en el Espíritu Santo.

 

INVOCACIONES

Padre nuestro, 3 Ave Marías, Gloria…

 

REFLEXIÓN

Dios ha creado cuidadosa y tiernamente a cada persona, a su propia imagen y semejanza, para que tenga una relación de amor con él. Desde cada minúsculo niño tejido en el vientre de una madre, hasta cada persona que se aproxima a la muerte, todos son amados por Dios de manera perfecta y completa: “Por tanto, lo que todos debemos asegurar a nuestro prójimo es un servicio de amor, para que siempre se defienda y promueva su vida, especialmente cuando es más débil o está amenazada”. (Evangelium vitae 77).

En un mundo en el que los más vulnerables a menudo son pasados por alto e ignorados, Cristo nos llama a abrazar y defender la dignidad incondicional de cada vida humana. Al responder a este llamado, ayudamos a construir “una cultura nueva de la vida, fruto de la cultura de la verdad y del amor” (EV 77).

Que el Espíritu Santo nos renueve continuamente en nuestros afanes por defender fielmente el don de la vida que Dios nos da.

 

ACTOS DE REPARACIÓN

“Desconéctate” por algún tiempo, y reflexiona sobre cómo Dios puede estar pidiéndote que ayudes a construir una cultura de vida en tu hogar, lugar de trabajo o comunidad eclesial.

 

ORACIÓN

Padre celestial, gracias
por el preciado don de la vida.

Ayúdanos a valorar y proteger
este don, incluso si hay temor,
dolor y sufrimiento.

Danos amor por todas
las personas, en especial los más
vulnerables, y ayúdanos a dar

testimonio de la verdad
que toda vida merece vivir.

Concédenos la humildad de
aceptar ayuda si la necesitamos,
y enséñanos a ser misericordiosos
con todos.

Que otros encuentren
por nuestras palabras y acciones,
el abrazo de Tu misericordia.

Te lo pedimos por Cristo,

nuestro Señor.

Amén.