Oración a la Sagrada Familia

Jesús, María y José, en ustedes contemplamos el esplendor del verdadero amor, a ustedes, confiados, nos dirigimos. Santa Familia de Nazaret, haz también de nuestras familias lugar de comunión y cenáculo de oración, auténticas escuelas del Evangelio y pequeñas Iglesias domésticas.

Santa Familia de Nazaret, que nunca más haya en las familias episodios de violencia, de cerrazón y división; que quien haya sido herido o escandalizado sea pronto consolado y curado.

Santa Familia de Nazaret, que el próximo Sínodo de los Obispos haga tomar conciencia a todos del carácter sagrado e inviolable de la familia, de su belleza en el proyecto de Dios.

Jesús, María y José, escuchen, acogan nuestra súplica.

Amén

ORACIÓN

Sagrada Familia de Nazaret: enséñanos el recogimiento, la interioridad; danos la disposición de escuchar las buenas inspiraciones y las palabras de los verdaderos maestros. Enséñanos la necesidad del trabajo de reparación, del estudio, de la vida interior personal, de la oración, que sólo Dios ve en lo secreto;enséñanos lo que es la familia, su comunión de amor, su belleza simple y austera, su carácter sagrado e inviolable. Amén.

 

CONSAGRACIÓN A LA SAGRADA FAMILIA I

Oh Jesús, Redentor nuestro amabilísimo, que habiendo venido a iluminar al mundo con la doctrina y con el ejemplo, has querido pasar la mayor parte de Tú vida, humilde y sujeto a María y a José en la pobre casa de Nazaret, santificando a aquella Familia que había de ser el modelo de todas las familias cristianas; acoge benigno la nuestra, que ahora se dedica y consagra a Ti. Dígnate de protegerla, guardarla y establecer en ella Tu santo temor, con la paz y concordia de la caridad cristiana, para que imitando el ejemplo divino de tu Familia, pueda alcanzarla toda entera, sin faltar uno solo, la eterna bienaventuranza.

María, Madre de Jesús y Madre nuestra, con tu piadosa intercesión haz que sea aceptable a Jesús esta humilde ofrenda, y así obtener su su gracia y bendición.

Oh san José, custodio santísimo de Jesús y de María, socorrernos con tus plegarias en todas las necesidades espirituales y temporales, a fin de que en unión con María y contigo, podamos bendecir eternamente a nuestro divino Redentor Jesús. Así sea.