Es un proyecto católico que inicia con una primera etapa de 33 días de preparación para la consagración a Jesucristo. Durante este tiempo se leen y meditan los cuatro Evangelios; se reza diariamente el santo rosario; se ayuna los miércoles, y se participa en cinco sesiones virtuales de formación. Al término de esta preparación se participa en la santa Misa de consagración. A partir de este momento las personas recibirán un Certificado de Consagración y podrán decir: “Yo soy el 73”; iniciando así una nueva etapa; ¡una nueva vida! alimentada diariamente en la experiencia de la oración, los sacramentos y la Palabra de Dios; vivida en el seno de la Iglesia católica, confiada al amparo de la Virgen de Guadalupe y expresada en las obras de misericordia. En este tiempo, “Yo soy el 73” brindará recursos de formación en la fe y animará a dar testimonio de Jesucristo en la sociedad. Ahí es donde todo discípulo 73 será, verdaderamente, “sal de la tierra y luz del mundo” (Mt 5, 13-16).

En el Evangelio según San Lucas nos encontramos con el pasaje en el que nuestro Señor Jesucristo envía a 72 discípulos para ir “por delante, de dos en dos, a todas las ciudades y lugares adonde pensaba ir” (Lc 10,1). El nombre de “Yo soy el 73” hace referencia a este pasaje evangélico, señalando la disposición a ser el discípulo 73 para continuar la misión evangelizadora que Jesús encomendó a la iglesia.

Ahí donde exista una o un discípulo 73:

– Hay luz de esperanza para los demás.
– Hay alegría en la expresión del ser cristiano.
– Hay irradiación que antoja a los demás a ser cristiano.
– Hay fuerza del Espíritu Santo para ser una iglesia misionera, en salida y misericordiosa.
– Hay decisión para caminar juntos en espíritu sinodal.
– Hay anhelo para vivir y transmitir la verdad, la belleza y el bien.
– Hay enfoque en lo esencial: Transmitir la experiencia de Jesús, auténtico, vivo y resucitado.
– Hay oportunidad para que la iglesia recupere su credibilidad, mediante el testimonio.
– Hay docilidad al llamado a la santidad que infunde el Espíritu Santo.
– Hay decisión de formación en la fe.

Una(un) discípulo 73 transmite; o mejor dicho, contagia a una Persona, la de Jesucristo. Se trata de una experiencia vital, no de una clase aprendida de memoria en un aula de teología. Se trata de una experiencia de Jesucristo que camina en nosotros por las periferias existenciales de la vida, no un producto que se expende en un centro de distribución con acceso por membresía VIP y con horario limitado.

Frecuentemente nos encontramos con consagraciones a nuestra Madre Santísima, al arcángel San Miguel, a nuestro padre San José; así como a muchos otros santos y santas de Dios. Todas ellas son muy valiosas pues tienen como punto original la consagración bautismal por la que recibimos la fe sobrenatural que es eminentemente Cristo-céntrica. Consagrarse a Jesucristo en el proyecto “Yo soy el 73” no sustituye, ni mejora la consagración total, absoluta y definitiva recibida en el sacramento del bautismo, sino que la expresa, la hace presente (consciente) y la dinamiza en la acción apostólica.

No. La consagración a Jesucristo “Yo soy el 73” no es un acto de devoción que responde a un gusto o deseo particular, por más legítimo que este pueda ser, sino una forma de vivir la vida cristiana. En virtud de ser un proyecto basado en la Palabra de Dios; concretamente en los santos Evangelios, es base fundamental para cualquier carisma o espiritualidad. De ahí que “Yo soy el 73” no riñe, ni se opone a las múltiples iniciativas que el Espíritu Santo ha suscitado y suscita en la iglesia.

Los 33 días del camino hacia la consagración a Jesucristo, según el proyecto “Yo soy el 73”, simbolizan los 33 años de la vida de nuestro Señor Jesucristo; desde su Encarnación en el seno virginal de María Santísima, hasta su gloriosa Ascensión a los cielos.

– Implica conocer a nuestro Señor mediante la lectura y meditación de los cuatro Evangelios que se dosifican en un programa de 33 días.

– Implica el relacionarse con Él, diariamente, en la oración, particularmente en la consideración de los misterios del santo rosario.

– Implica la voluntad de renuncia y disciplina, particularmente en el ayuno de los miércoles.

– Implica la vida sacramental, particularmente la Confesión y la santa Eucaristía.

– Implica la participación en cinco sesiones de formación que se llevan a cabo mediante una plataforma virtual.

Las sesiones de formación son virtuales; un día a la semana. Son cinco en total, con los siguientes temas: Encuentro, Conversión, Discipulado, Comunión y Misión.

La primera dura dos horas; el resto, una hora y media.

Participar en la consagración a Jesucristo según el proyecto “Yo soy el 73” conlleva el asistir a las cinco sesiones de formación. Sin embargo, hay la posibilidad de seguir una de estas sesiones mediante el link a YouTube que el moderador(a) puede enviar en caso de que sea justificada la ausencia.

– El ayuno es adaptable a cada persona, según su condición de edad y salud.

– Cada quien debe decidir la forma y alcance de su ayuno, movido -siempre y únicamente- por amor a Dios; de lo contrario, sería una simple dieta, o terapia física.

– El ayuno debe hacerse como una forma de penitencia. Es necesario que, confesando nuestras faltas, hagamos penitencia como un acto libre que privilegia el bien espiritual sobre el bienestar físico. Queda claro que ningún ayuno nos hace merecer el perdón de Dios; este último es enteramente gratuito. Nuestra penitencia lleva el sentido de arrepentimiento y esfuerzo humano para disciplinar nuestro cuerpo y ordenarlo para el bien.

– El fruto principal del ayuno es la conversión. No perdamos de vista este fin; evitando quedarnos en el medio.

– En el horizonte de todo ayuno debe estar presente la caridad para con los más necesitados. Lo que se ayuna no es para almacenarlo, sino para donarlo.

– Para las personas habituadas al ayuno, es posible hacerlo el día completo; iniciando desde la noche previa.

– Para las personas no habituadas a esta práctica, es posible hacerlo medio día; iniciando desde la noche previa.

– Siempre hay que cuidar la hidratación consumiendo el agua necesaria; sumando a ello, hasta donde sea posible, alguna(s) ración de pan de trigo.

– El día 33 se celebrará una santa Misa en la que los participantes de “Yo soy el 73” pronunciarán su adhesión total, definitiva e irrevocable a Jesucristo.

– Los que no puedan asistir presencialmente a esta santa Misa, podrán seguirla mediante el streaming de la misma. En caso de que la persona esté en posibilidad de acudir a su parroquia, deberá hacerlo para participar presencialmente en una santa Misa y rezar ahí la oración de consagración que “Yo soy el 73” podrá proveer.

– Posterior a la santa Misa, recibirá por mail o WhatsApp un Certificado de consagración; el cual le servirá para recordar que usted es completamente de Jesucristo y que está llamado(a) a dar testimonio de Él.

Puede, desde luego, llevar a cabo todo el proceso de consagración; y en su interior puede, también, hacer la consagración; pero no recibirá el Certificado de Consagración, sino hasta que regularice su unión mediante el sacramento del matrimonio.

“Yo soy el 73” estará brindando talleres de formación continua para favorecer el crecimiento espiritual y la formación en nuestra fe católica. Para ello usted recibirá la información correspondiente a través de su correo electrónico o mediante mensaje a su teléfono móvil.

En su momento, “Yo soy el 73” le podrá ofrecer el ser partícipe de las siguientes etapas del proyecto, siendo Líder servidor misionero o Líder embajador.

– S.E. Mons. José H. Gómez, Arzobispo de Los Ángeles, ha otorgado la autorización y recomendado el llevar a cabo este servicio a la Iglesia. Su autorización y recomendación la dio después de que el Censor diocesano revisó los contenidos de “Yo soy el 73”. Se trata, como podrá entender, de un proyecto que tiene como origen y base la Arquidiócesis de Los Ángeles; pero su naturaleza virtual lo hace asequible a cualquier persona, independientemente de su diócesis y nación.

– El fundador de “Yo soy el 73”, Noel Díaz presentó el proyecto al Santo Padre Francisco, el cual auguró mucho bien para la Iglesia, lo animó a seguir adelante y otorgó su bendición apostólica.

– Cuando se registre deberá proporcionarnos su nombre, ciudad/país, correo electrónico y un teléfono con WhatsApp. Esto nos permitirá enviarle la información correspondiente a cada uno de los 33 días de consagración.

– Otra opción es que nos visite en www.yosoyel73.com donde encontrarás el plan de los 33 días de consagración.

– Le invitamos a descargar la App “Yo soy el 73” en tu teléfono inteligente. Es gratuita.

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