Enero 2009
RESOLUCION A TRAVES DE UNA ORACION
Cada vez que damos comienzo a un nuevo año, es muy común que dentro de nuestro ser sentimos la inmediata necesidad de comprometernos, en cierta forma, a hacer algunas resoluciones que según nuestro criterio necesitamos alcanzar en el año nuevo que comienza. Hacemos promesas y nos proponemos nuevas metas de diferente índole, todo con el firme propósito de mejorar en nuestra vida personal y familia. Casi podría asegurar que el peso de la responsabilidad de alcanzar cumplir esas promesas y alcanzar las metas, se dejan bajo nuestra débil responsabilidad y al caminar en el tiempo sucede que las mismas se van desvaneciendo y volvemos a la rutina del año pasado, mientras tanto el tiempo transcurre y una vez mas nos quedamos solo con las puras intenciones. Algo hace falta para poder alcanzar lo propuesto y ello consiste en tomar a Dios como el centro de nuestra vida y recurrir a su poder en el Espíritu Santo, para que nos de sus fuerzas y podamos ser perseverantes.
En virtud y podamos ser perseverantes. En virtud de lo anterior, en esta primera carta del año 2009 quisiera proponer a usted, que unidos, iniciaremos el año haciendo una oración como mucha fe en Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo, la cual no es para leerla en una sola ocasión, sino para repetirla día con día, para recibir el fruto de su contenido. Esta oración no solamente es de petición, sino también es de acción de gracias. Considero que esta es una excelente forma de iniciar este nuevo año para lograr el mayor éxito en Cristo Jesús. Oremos juntos, así:
Padre celestial
Vengo a ti, conciente de la necesidad de estar en permanente comunión contigo. Tengo el firme propósito de ser transformado continuamente para conocer y hacer tu voluntad, y así vivir en tu amor. Se que tu voluntad es el único camino que me conduce a la vida plena, abundante y feliz. Estoy conciente de que vivo en el mundo, y por consiguiente estoy expuesto a la adversidad, los riesgos y peligros que ello conlleva. Señor, hoy quiero darte infinitas gracias por concederme el don de la vida y compartirlo con mi familia desde los inicios del nuevo año. Te agradezco por este momento de gracia tan especial en donde puedo dirigirme a Ti con plena confianza, sabiendo que me escuchas y que tu mirada de amor esta sobre mi porque tu me amas así, sin condiciones, con mis virtudes y defectos, con mis fracasos y éxitos, con mi luz y oscuridad; y es por eso que yo también te amo y ¡proclamo que tu nombre es Amor!. Trasfórmame Señor, concediéndome la sabiduría para conocer cuales son mis prioridades. Transfórmame Señor, concediéndome la virtud de distinguir la diferencia entre prioridades y responsabilidades. Transfórmame Señor, concediéndome la paciencia para saber esperar tu respuesta y saber cuando llegue. Transfórmame Señor, dándome un corazón compasivo y humilde para reconocer que mi necesidad no tiene que ver conmigo, sino con mi prójimo. Transfórmame Señor, y dame fuerza para aceptar y hacerle frente, con tu ayuda, a las adversidades que vengan a mi vida. Sin tener que siempre buscar encontrar de quien es o fue la culpa. Transfórmame Señor, a través de la prueba y del luchar por hacer tu voluntad. Transfórmame Señor, para aprender a amar como amo tu Hijo amado y sentir profundamente su frase: “Padre perdónalos porque no saben lo que hacen”, y saber perdonar así a quienes a mí me ofenden. Transfórmame Señor, por medio de mis semejantes y los acontecimientos de la vida.
Jesucristo
Transforma mi corazón, para que sepa confiar en ti en todo momento de mi vida. Transforma mi corazón, para confiarte mi pasado ya que no puedo cambiarlo, solo guárdame y ayúdame a no tener ningún rencor y sáname interiormente. Transfórmame cada día en tu imagen noble, compasiva y humilde de corazón. Transforma mi lamento en alabanza y mis lágrimas en un canto nuevo que proclame tu grandeza. Transforma mi manera de pensar, para que cambie mi manera de vivir. Transfórmame haciendo de mí un instrumento accesible a Ti, Maestro Divino. Transfórmame para estar comprometido sirviéndote en este mundo lastimado y necesitado de tu amor.
Espíritu Santo
Con tu poder concédeme el privilegio de ser testigo fiel y vencedor ante el mundo. Con tu poder concédeme alcanzar la tierra prometida. Con tu poder concédeme ver tu gloria manifestada en mi vida y la de los que también confían en el señor. Con tu poder concédeme cumplir con todas mis promesas hechas al Señor, al prójimo y a mi mismo y sentir la satisfacción de la paz interior al haberlas alcanzado. Con tu poder hoy me declaro libre y consagro mi vida al Señor y a su voluntad.
Amen
Mis apreciados amigos en Cristo Jesús, si diariamente reservamos el tiempo suficiente para encomendar nuestra vida al Señor y bajo el privilegio de compartir esta oración logramos penetrar en la intimidad del corazón de Jesucristo, yo les puedo garantizar que El mismo nos ayudara a alcanzar todas aquellas proposiciones, resoluciones o promesas que hagamos, pues su voluntad prevalecerá en nuestro favor, tal como lo establece su promesa que nos dice: “Dios puede darles a ustedes con abundancia toda clase de bendiciones, para que tengan siempre todo lo necesario y además les sobre para ayudar en toda clase de buenas obras”. (2 Cor 9, 8).
Iniciemos la tarea de alimentar nuestra fe en el Señor y confiando plenamente podemos alcanzar esa deseada transformación de nuestra vida, la cual nos ira haciendo personas diferentes a los demás, configurados en Jesucristo, amorosos y misericordiosos como el Padre y llenos del Espíritu Santo para vencer todo problema y dificultad y vivir llenos de paz y felicidad, tal y como lo desea nuestro Señor. Quiero al iniciar el año, dejar constancia de todo el esfuerzo que ustedes han hecho para ser fieles a sus donaciones y ayudar a que esta obra de Dios se mantenga firme y robusta, y sin desmejorar sus operaciones y funcionamiento a favor de la evangelización.
Por todos es sabido que estamos atravesando por una crisis que nos afecta a todos por igual y por esa razón es que debemos de planificar nuestras finanzas. Ante esa crisis que solo siembra desesperación y angustia, es imprescindible y aún más necesario el enviar mensajes de consuelo, de paz, de fe, de esperanza, de confianza, etc., que ayuden a levantar el ánimo y la motivación en el sufrido pueblo de Dios, creyendo en el que todo lo puede, en JESUCRISTO, el Señor de la vida. Ahora más que nunca, no podemos desmayar, no podemos reducir nuestra tarea evangelizadora de paz y misericordia. Por eso recurro a ustedes, para pedirles que su ayuda permanezca firme, que sea parte de sus propósitos del nuevo año 2009.
Recuerden que sus donaciones son ofrecimiento al Señor, a su evangelio, a su prójimo, quien recibe el fruto de los mismos. Nosotros somos un medio que Dios ha venido utilizando para llevar su mensaje. Por favor mis amigos en Cristo, anótenos en su lista de prioridades financieras, recordando que su ofrenda es para el Gran Proveedor. Levanto mi oración al Señor suplicando para que Dios en su divina bondad, les bendiga abundantemente en este nuevo año 2009 y les de prosperidad y paz en su familia y aprovecho para darles anticipadamente las gracias por su bondad, generosidad y fidelidad.
Su amigo en Jesucristo y en Santa María de Guadalupe,
NOEL DIAZ