Día 19

1. Inicio
Ven Espíritu Santo,
llena los corazones de tus fieles
y enciende en ellos el fuego de tu amor.
Envía tu Espíritu
y serán creadas todas las cosas,
y renovarás la faz de la tierra.

¡Oh Dios, que has instruido
los corazones de tus fieles
con luz del Espíritu Santo!,
concédenos que sintamos rectamente
con el mismo Espíritu
y gocemos siempre de su divino consuelo.
Por Jesucristo Nuestro Señor.
Amén.

2. Lectio ¿Qué dice el texto?
Lc 8, 16-18

En aquel tiempo, Jesús dijo a la multitud: “Nadie enciende una vela y la tapa con alguna vasija o la esconde debajo de la cama, sino que la pone en un candelero, para que los que entren puedan ver la luz. Porque nada hay oculto que no llegue a descubrirse, nada secreto que no llegue a saberse o a hacerse público.

Fíjense, pues, si están entendiendo bien, porque al que tiene se le dará más; pero al que no tiene se le quitará aun aquello que cree tener”.

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Testimonio. Una de las peculiaridades de las actitudes cristianas. Un cristiano que lleva esta luz, debe hacerla ver porque él es un testigo. Y si un cristiano prefiere no hacer ver la luz de Dios y prefiere las propias tinieblas, entonces le falta algo y no es un cristiano completo. Una parte de él está ocupada, las tinieblas le entraron en el corazón, porque tiene miedo de la luz y prefiere los ídolos. Pero el cristiano es un testigo, testigo de Jesucristo, luz de Dios. Y deber poner esta luz en el candelabro de su vida.
(Homilía del Papa Francisco en Santa Marta, 28 enero 2016)

3. Meditatio: (Escucha atenta) ¿Qué te dice el mensaje del texto para tu situación actual?
La lámpara está encendida por un propósito: la luz que entrega se muestra en todo su potencial. Cuando amamos a otros expresamos nuestro amor a Dios. Nuestros actos de generosidad, consideración o gracia, son maneras por las cuales podemos ser lámparas que alumbran.

Jesús me pide que ponga atención a cómo oigo, a darme cuenta de cómo me doy cuenta. Si mi oración está llena de distracciones, o si mi mente está siempre en una carrera, necesito hacer lo que Jesús me pide, que es poner atención. Si yo sólo veo deficiencias perderé todo; si soy capaz de reconocer, apreciar y recibir las bendiciones, puedo confiar en la grandeza de Dios y su amor.

4. Oratio: Responde al Señor. Conversa con Él.
Señor amado, entra en mi ser y coloca tu candil en el lugar que necesito para darme cuenta de mis errores y pecados que en muchas ocasiones escondo por miedo. Dame la fortaleza para afrontar con valentía cada uno de mis momentos ocultos y ayúdame a sanarlos con tu amor.
Amén

5. Contemplatio: Déjate animar por el calor de la palabra.
Repetimos en el día: «Enséñame Señor a colocar el candil en tu candelero y así ser luz en tu camino».

6. Actio: Márcate un propósito o compromiso para este día.
Vivir los valores del espíritu, gozar compartiendo mi tiempo y dinero con los demás.