Día 21

1. Inicio
Ven Espíritu Santo,
llena los corazones de tus fieles
y enciende en ellos el fuego de tu amor.
Envía tu Espíritu
y serán creadas todas las cosas,
y renovarás la faz de la tierra.

¡Oh Dios, que has instruido
los corazones de tus fieles
con luz del Espíritu Santo!,
concédenos que sintamos rectamente
con el mismo Espíritu
y gocemos siempre de su divino consuelo.
Por Jesucristo Nuestro Señor.
Amén.

2. Lectio ¿Qué dice el texto?
Mt 9, 9-13

En aquel tiempo, Jesús vio a un hombre llamado Mateo, sentado a su mesa de recaudador de impuestos, y le dijo: “Sígueme”. Él se levantó y lo siguió.

Después, cuando estaba a la mesa en casa de Mateo, muchos publicanos y pecadores se sentaron también a comer con Jesús y sus discípulos. Viendo esto, los fariseos preguntaron a los discípulos: “¿Por qué su Maestro come con publicanos y pecadores?” Jesús los oyó y les dijo: “No son los sanos los que necesitan de médico, sino los enfermos. Vayan, pues, y aprendan lo que significa: Yo quiero misericordia y no sacrificios. Yo no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores”.

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En el desafío del amor, Dios se manifiesta con sorpresas. Pensemos en san Mateo. Era un buen comerciante. Además traicionaba a su patria, porque les cobraba los impuestos a los judíos para pagárselo a los romanos. Estaba lleno de plata y cobraba los impuestos. Pasa Jesús, lo mira y le dice: ‘Ven y sígueme’. No lo podía creer. Si después tienen tiempo, vayan a ver el cuadro que Caravaggio pintó sobre esta escena. Jesús lo llama, le hace así, los que estaban con él dicen: ‘¿A éste, que es un traidor, un sinvergüenza?’ Y él se agarra a la plata, y no la quiere dejar. Pero la sorpresa de ser amado lo vence. Y sigue a Jesús.
(Papa Francisco. Homilía).

3. Meditatio: (Escucha atenta) ¿Qué te dice el mensaje del texto para tu situación actual?
A pesar de estar preocupado de sus pesas y tarifas, Mateo estaba listo para escuchar un mensaje más profundo. ¿Cómo puedo yo mantener mi actitud de escucha a las enseñanzas de Jesús, mientras estoy en medio de mis ocupaciones diarias?

Somos desafiadas/os cuando vemos que Jesús es tolerante con los pecadores; a veces nos relajamos e imaginamos que Él era tolerante con el pecado. Permito que mi tiempo en oración me conduzca a comprender mejor a Jesús.

4. Oratio: Responde al Señor. Conversa con Él.
Señor Jesús, de nada sirve decir que estoy dispuesto a seguirte si no estoy dispuesto a servir y a entregarme a los demás. Gracias porque solo Tú eres capaz de ver más allá de sus pecados.

5. Contemplatio: Déjate animar por el calor de la palabra.
Repetimos en el día: «No son los sanos los que necesitan de médico, sino los enfermos».

6. Actio: Márcate un propósito o compromiso para este día.
Pedirle a Dios que me ayude a eliminar todo lo que le ofende de mi comportamiento y por tanto, dar una respuesta como la de Mateo: pronta, sincera, total.