Sentado a la mesa con los representantes de la Secretaría General del Sínodo, el Papa abrió la primera Congregación y señaló a los más de 460 participantes el camino a seguir durante estas cuatro semanas de trabajo, instando a todos los periodistas a que les ayuden a transmitir el mensaje de que la “prioridad” es “escuchar”, antes que hablar.
ESNE/Vatican News
Para “no entristecer al Espíritu” que se desanima con “palabras vacías, palabras mundanas”, el Papa vuelve a advertir contra la “charlatanería”, un “hábito humano, pero no bueno”, una “enfermedad muy frecuente entre nosotros” y “común en la Iglesia”.
El Papa señala algunos textos de antología patrística como instrumento de reflexión para todos los participantes: “Están tomados de San Basilio, que escribió ese hermoso tratado sobre el Espíritu Santo”.
No es una reunión “parlamentaria”
Así que “con este espíritu comencemos a trabajar, hoy”, afirmó Francisco, recordando “que el Sínodo no es un parlamento: es otra cosa; que el Sínodo no es una reunión de amigos para resolver algunas cosas del momento o dar opiniones: es otra cosa.