El Papa a las parejas jóvenes en un texto inédito: crean en la “alegría del amor”

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Tras el fallecimiento del Pontífice, el evento, previsto del 1 al 4 de mayo de 2025, se centrará en la fe, la memoria y el compromiso con el trabajo digno. La pastoral española mantendrá su presencia, impulsando una agenda de esperanza y solidaridad.

El Papa a las parejas jóvenes en un texto inédito: crean en la “alegría del amor”

El Papa Francisco compara las relaciones de las parejas de novios y recién casados con un tango, el baile de su Argentina natal. No es un «baile pasajero», escribe, sino una «aventura» que, con un “asombro” incesante, dura «toda la vida».

En la danza tradicional argentina, escribe el Papa, “el bailarín y la bailarina se cortejan, experimentan la cercanía y la distancia, la sensualidad, la atención, la disciplina y la dignidad. Gozan del amor y sienten lo que puede significar entregarse por completo”. 

La mirada del Pontífice, sin embargo, no se desilusiona: «¿Cuántos matrimonios fracasan hoy después de tres, cinco, siete años?», observa. «¿No sería mejor, entonces, evitar el dolor, tocarse sólo como en un baile pasajero, disfrutar el uno del otro, jugar juntos, y luego dejarse?», se pregunta. «¡No creáis!», responde enérgicamente, dirigiéndose a los jóvenes. «Creed en el amor, creed en Dios, y creed que podéis afrontar la aventura de un amor para toda la vida». En efecto, en el ser humano reside «el deseo de ser aceptado sin reservas», y experimentarlo conduce a una ganancia última: «la vida en plenitud».

Con el amor no se bromea

«¡Una sola carne!», escribe Francisco, citando la Sagrada Escritura y refiriéndose a esa unión matrimonial para la que «es necesaria una adecuada preparación», porque «toda la vida se desarrolla en el amor, y con el amor no se bromea». 

El Papa propone, por tanto, un «catecumenado», término que en la Iglesia primitiva indica «un camino, a menudo plurianual, de aprendizaje y de verificación personal». Un camino que conduce a esa Amoris laetitia -del título de su Exhortación apostólica postsinodal- a esa «alegría del amor» que, «paso a paso», «con los ojos llenos de estupor, no debe detenerse».