Frassati y Acutis son una invitación a no malgastar la vida

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Este 7 de septiembre, en la Plaza de San Pedro, el Santo Padre presidió la celebración Eucarística con el rito de canonización de los Beatos Carlo Acutis y Pier Giorgio Frassati.

Vatican News/ESNE

“Los santos Pier Giorgio Frassati y Carlo Acutis son una invitación para todos nosotros, sobre todo para los jóvenes, a no malgastar la vida, sino a orientarla hacia lo alto y hacer de ella una obra maestra”.

Esta fue la invitación que realizó el Papa León XIV en su homilía en la Santa Misa que presidió con el rito de canonización de los Beatos Carlo Acutis y Pier Giorgio Frassati, este domingo 7 de septiembre, en la Plaza de San Pedro, en el Vaticano.

En su homilía, al comentar las lecturas de este XXIII Domingo del Tiempo Ordinario, el Santo Padre señaló que en el Libro de la Sabiduría se dirige una pregunta al joven rey Salomón, sobre quien puede conocer la voluntad del Señor, sino es Él mismo el que da la sabiduría y su santo Espíritu para conocerlo. Salomón disponía de muchas cosas, pero esta gran abundancia de medios le había hecho surgir una pregunta en su corazón: “¿Qué debo hacer para que nada se pierda?”.

“Y había entendido que el único camino para encontrar una respuesta era pedir a Dios un don aún mayor: su Sabiduría, para poder conocer sus proyectos y adherir a ellos fielmente. Se dio cuenta, en efecto, que de ese modo todas las cosas encontrarían su lugar en el gran designio del Señor. Sí, porque el riesgo más grande de la vida es desaprovecharla fuera del proyecto de Dios”.

«Señor, ¿qué quieres que haga?»

En este sentido, el Santo Padre recordó que muchos jóvenes, a lo largo de los siglos, tuvieron que afrontar este momento decisivo de la vida. Así como Salomón, también Francisco de Asís, que era joven y rico, y estaba sediento de gloria y de fama, partió a la guerra, esperando ser nombrado “caballero” y revestirse de honores. Pero Jesús se le apareció en el camino y le hizo reflexionar sobre lo que estaba haciendo. Vuelto en sí, dirigió a Dios una pregunta sencilla: «Señor, ¿qué quieres que haga?».

Pier Giorgio y su alegría de vivir y de ser cristiano en la oración

Al referirse a Pier Giorgio Frassati, el Pontífice dijo que, él encontró al Señor por medio de la escuela y los grupos eclesiales y dio testimonio de ello a través de su alegría de vivir y de ser cristiano en la oración, en la amistad y en la caridad. Hasta el punto de que, a fuerza de verlo recorrer las calles de Turín con carritos repletos de ayuda para los pobres, sus amigos lo llamaban “Empresa de Transportes Frassati”.

“También hoy, la vida de Pier Giorgio representa una luz para la espiritualidad laical. Para él la fe no fue una devoción privada; impulsado por la fuerza del Evangelio y la pertenencia a asociaciones eclesiales, se comprometió generosamente en la sociedad, dio su contribución en la vida política, se desgastó con ardor al servicio de los pobres”.

Carlo encontró a Jesús en su familia y en los sacramentos

De Carlo Acutis, el Santo Padre dijo que este joven encontró a Jesús en su familia, gracias a sus padres, Andrés y Antonia y después en la escuela, también él, y sobre todo en los sacramentos, celebrados en la comunidad parroquial.

“De ese modo, creció integrando naturalmente en sus jornadas de niño y de adolescente la oración, el deporte, el estudio y la caridad”.

Ambos, Pier Giorgio y Carlo, destacó el Papa, cultivaron el amor a Dios y a los hermanos a través de medios sencillos, al alcance de todos: la Santa Misa diaria, la oración, y especialmente la adoración Eucarística. Otra cosa esencial para ellos era la confesión frecuente.

“Carlo decía: «Cuando nos ponemos frente al sol, nos bronceamos. Cuando nos ponemos ante Jesús en la Eucaristía, nos convertimos en santos», y también: «La tristeza es dirigir la mirada hacia uno mismo, la felicidad es dirigir la mirada hacia Dios. La conversión no es otra cosa que desviar la mirada desde abajo hacia lo alto. Basta un simple movimiento de ojos»”.

El Papa León XIV dijo que, incluso cuando los aquejó la enfermedad y esta fue deteriorando sus jóvenes vidas, ni siquiera eso los detuvo ni les impidió amar, ofrecerse a Dios, bendecirlo y pedirle por ellos y por todos.

“Un día Pier Giorgio dijo: «El día de mi muerte será el día más bello de mi vida»; y en su última foto, que lo retrata mientras escalaba una montaña de Val di Lanzo, con el rostro dirigido a la meta, había escrito: «Hacia lo alto». Por otra parte, a Carlo, siendo aún más joven, le gustaba decir que el cielo nos espera desde siempre, y que amar el mañana es dar hoy nuestro mejor fruto”.

Finalmente, el Santo Padre dijo que, los santos Pier Giorgio Frassati y Carlo Acutis son una invitación para todos nosotros, sobre todo para los jóvenes, a no malgastar la vida, sino a orientarla hacia lo alto y hacer de ella una obra maestra.

«Nos animan con sus palabras: “No yo, sino Dios”, decía Carlo. Y Pier Giorgio: “Si tienes a Dios como centro de todas tus acciones, entonces llegarás hasta el final”. Esta es la fórmula, sencilla pero segura, de su santidad. Y es también el testimonio que estamos llamados a imitar para disfrutar la vida al máximo e ir al encuentro del Señor en la fiesta del cielo».