
Cuán importante es que nuestros niños conozcan a Jesús y lo amen desde muy pequeñitos. Que los padres de familia se ocupen en esta responsabilidad tan grande que tiene ante Dios, de educar a sus hijos en la fe cristiana, en los valores y las virtudes que los harán ciudadanos de bien para un mundo cada vez más necesitado de hombres y mujeres que aman y viven a Dios en todo lo que hacen.
En el Congreso de Niños queremos ayudarles a nuestros pequeños a que desarrollen una relación cercana, íntima con nuestro Señor Jesucristo y nuestra Madre Santísima la Virgen María. Si nuestros niños los conocen, y desarrollan una espiritualidad sana nunca en la vida se sentirán solos, o que no valen, o que son menos que otros, ni serán presa fácil de bullying, del acoso y tantas situaciones a las que ellos también se enfrentan en sus vidas diarias. Porque han descubierto un amor que es muy grande, un amor tan inmenso que los hace sentir y reconocer su verdadero valor ante ese Padre Dios que nunca los abandonará. No dependerán de la aprobación de sus “amigos” o incluso desconocidos porque ellos ya saben que mientras Dios apruebe sus conductas todo estará bien.