Carta Mensual 2011


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Enero




Una vez más iniciamos el caminar en la vida ante la llegada de un nuevo año y es probable que nos preguntemos: ¿Qué me espera? ¿Qué será de mi vida?. Eso me hace reflexionar en que la única firmeza y seguridad que tengo para vivir, es creyendo en el dador de la vida, que es Dios.
“«Yo soy el alfa y la omega», dice el Señor, el Dios todopoderoso, el que es y era y ha de venir” (Ap. 1, 8). Mis amigos, Jesucristo es el alfa y omega, es decir, es el principio y el fin. El testimonio de la Palabra de Dios está claro: "Porque todo lo que Dios es, se encuentra plenamente en la persona de Cristo” (Col. 2, 9).

Ser principio y fin, significa que para Dios no hay espacio, ni tiempo.
Jesús vive para siempre. Jesús mismo le dice a San Juan: "Pero él, poniendo su mano derecha sobre mí, me dijo: «No tengas miedo, yo soy el primero y el último, y el que vive. Estuve muerto, pero ahora vivo para siempre. Yo tengo las llaves del reino de la muerte” (Ap. 1, 17-18). ¡Qué maravillosa noticia!.
Si meditamos esas hermosas palabras, concluimos que Jesús vive y vivirá por siempre. Yo personalmente lo creo y estoy convencido de ello: ¿Pero usted también así lo cree? Los seres humanos tenemos un tiempo y un espacio en el cual podemos alcanzar la plenitud de la vida y por consiguiente la salvación a la vida eterna. Pero también tenemos la alternativa de alcanzar una vida sin esperanza y sin su verdadero sentido, por una sola razón, que es no creer en Jesús, el enviado del Padre. Al no creer perdemos la vida y la vida eterna.
Mi propuesta para todos y cada uno de ustedes en el primer día del nuevo año es: CREER PARA GANAR. Como lo hizo María nuestra madre y los Santos de la Iglesia, que triunfaron en este mundo sin desanimarse con la ayuda de Dios. Hoy tu puedes lograrlo! El tiempo pareciera que corre tan rápido, que comienza un año y cuando menos pensamos ya termino. San Agustín dijo: "Señor yo creo pero ayúdame a creer". La clave de vivir una vida de esperanza es responderle a Jesús con su fe en él.
Mire lo que sucedió cuando la gente le hizo esta pregunta a Jesús:
«¿Qué debemos hacer para realizar las obras que Dios quiere que hagamos? Jesús les contestó: «La única obra que Dios quiere es que crean en aquel que él ha enviado» (Jn.6, 28-29). Entonces no solo es mi propuesta, sino la propuesta de Jesús para ti y para mí: QUE CREAMOS EN EL. Tal vez ustedes se pregunten en este momento: ¿Qué es creer? Pues sencillamente es poner toda su confianza, fe, sueños y sus proyectos, en las manos del Creador de nuestro ser. Por ejemplo visualiza una montaña aun que el camino sea largo y con obstáculos, confía que tu puedes lograrlo. Visualízate ya en la cima de la montaña respirando y sintiendo el aire, ya que tú has sido creado para triunfar. Eres un ganador.

Para comenzar a vivir un nuevo año, es necesario establecer metas objetivas y buscar que las mismas estén acorde con la voluntad de Dios. Una vez estableciendo esto, lo siguiente es trabajar, luchar, ser perseverantes y valientes para no desmayar en alcanzar dichas metas.
En el transcurso del tiempo será normal encontrar dificultades o adversidades, sin embargo, es importante no dejar de vivir cada momento con esperanza y fe puesta en el Señor. Considero que la gran diferencia entre el éxito, la victoria o la derrota, está en la intensidad de creer o más bien, en la fe que una persona puede llegar a tener en Jesús el Señor. La intensidad de la fe siempre debe ser la misma, en todo momento y circunstancia, si queremos ser ganadores. Las pruebas y las penas son inevitables en nuestra vida. En los momentos difíciles de nuestra vida sólo la fe puede dar al hombre las fuerzas necesarias para triunfar ante las adversidades. Mientras el hombre con una fe débil en la hora de una desgracia pierde el ánimo, se siente abatido, se queja, y se enfurece, el hombre creyente se dirige más fuertemente a Dios en busca de ayuda.
Es muy probable que aquellos que se encuentren recluidos en los hospitales, centros de detención, centros de recuperación o atrapados en adicciones, no tengan la actitud ganadora de la que hemos hablado anteriormente. Sin embargo les recuerdo que Jesús es principio, es decir que con él comienzan las cosas:
“Fijemos nuestra mirada en Jesús, pues de él procede nuestra fe y él es quien la perfecciona” (Heb 12, 2(a)). Mis amigos, como bautizados el espíritu santo es el primero que nos despierta en la fe y nos inicia en la vida nueva que es: “Que te conozcan a ti, el único Dios verdadero y a tu enviado, Jesucristo” (cec 684). Hay esperanza, comencemos de nuevo con Cristo como autor de nuestra vida. Jesús es el guía, él que conduce nuestras vidas. Amigos no importa en donde se encuentren, el Señor desea que ustedes también sean ganadores y también hagan sus planes de vida, porque él es la vida. Todo creyente puede decir: ¡Mi vida está entre las manos de Jesús que a tomado la iniciativa de mi redención!, ¡Que dicha, que gozo y que serenidad para el alma de aquel que sigue a Jesús!. ¡Amén!

Quiero pedirle al Señor en este inicio de año por usted y su familia, para que juntos podamos caminar con toda confianza y fe en Jesús para poder vencer todo obstáculo que pueda haber en el camino. Recuerda la clave, para ganar en la vida hay que creer tal como lo dice Jesús, que el deseo del Padre es que creamos en su Hijo. Animo y adelante con optimismo para lograr la victoria en Cristo Jesús.

Con profundo amor y fe le ruego a Dios que multiplique sus ofrendas para este apostolado, ya con ellas es que continuamos llevando el mensaje de vida a los que no conocen al Señor. Anticipadamente le doy gracias por ayudarnos a continuar con esta misión inagotable, de llevar esperanza a miles de personas dentro de Estados Unidos, México, Centro América y Sur América. Esto solo es posible por la generosidad de usted y muchos más. Que Dios los bendiga con abundancia de su amor.

Que nuestro Dios todopoderoso le bendiga junto a su familia en este nuevo año y le de abundante paz y salud, para alcanzar sus metas y proyectos, gozando con el favor del Espíritu Santo y Santa María de Guadalupe, nuestra protectora y Madre.


Noel Díaz



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