Esta expresión de Jesús es muy profunda y a la vez muy entendible para todos. Veamos el contexto de la ocasión en que Jesús dijo estas palabras. El va de paso por Samaria donde precisamente se encuentra con la mujer Samaritana. Después de ese encuentro, es ella quien va y anuncia al pueblo de su experiencia con el Señor. Las personas la escucharon y fueron ellos mismos con el Maestro para saber por su propia cuenta, quien era este hombre y porque esta mujer estaba tan conmovida por ese encuentro. Es aquí en donde el Señor dice estas palabras: “Ustedes dicen: dentro de cuatro meses será tiempo de cosechar. ¿No es verdad? Pues bien, yo les digo: Levanten la vista y miren los campos: ya están amarillentos para la siega” (Jn. 4, 35).
Está muy claro para mí lo que Jesús nos continúa diciendo a todos los que hemos creído en El: ¡Levanten sus ojos y miren los campos! Quien en verdad tenga un corazón atento para escuchar estas palabras, debe levantarse de inmediato y responder a este llamado que nos hace. Comencemos primero por observar que vemos en estos momentos en nuestros campos, es decir, alrededor nuestro en la sociedad y la comunidad en que vivimos. Yo comenzaría por mencionar: miedo, temor, desconfianza, inseguridad, pobreza, divorcios, abortos, adicciones de todo tipo, soledad, confusión, depresión, infidelidad, amargura, suicidios, sexo ilícito, lujuria, enfermedad, por mencionar algunas, lo cual nos da como resultado un panorama desmotivador.
Mis estimados amigos en Jesucristo, realmente no podemos ignorar lo que vemos en los campos, si es que levantamos la vista. Sin embargo, Jesús mismo nos dice que todo esto puede cambiar, porque a pesar de lo tristemente mencionado, la mujer y el hombre de hoy tienen hambre de Dios. Los campos están listos para cosechar, y es que nada de lo que el mundo ofrece como felicidad convence a nadie, porque no llena las expectativas del hambre interior que lleva el alma del ser humano.
Los placeres circunstanciales no son capaces de darle paz al corazón del ser humano. Es muy probable que en este momento en que te encuentras leyendo esta carta, yo recién estaré de vuelta de mi misión en México y te a seguro que la experiencia de ver de nuevo el hambre de Dios en los rostros de mis hermanos, siempre me conmueve de tal manera que una vez más me pregunto a mi mismo: ¿Dios mío, qué más podemos hacer para que el mensaje de Jesucristo llegue a más personas? Y es que mi experiencia personal me lleva a la conclusión de que no es necesario buscar otra solución diferente a la de Jesucristo. Mis amigos, para que cese la violencia y los males que nos aquejan en los campos de nuestra vida, Jesús es la única solución y salvación, fuera de él continuaremos perdidos.
Personalmente en estos últimos días, he sentido una gran necesidad de hablar sobre la urgencia de volvernos a Dios y de arrepentirnos de nuestros pecados y mal comportamiento delante de El; y de GRITAR desde las azoteas que hay esperanza para todos, para nuestras familias y nuestros pueblos. Tenemos la solución a nuestro alcance y es Jesús mismo quien nos llama y nos dice hoy a ti y a mí: “Levanta tu mirada, no mires hacia bajo, Satanás desea que no levantemos nuestra mirada. Ver hacia bajo es vivir sin esperanza, mantenerse en el pasado, sentirnos sin valor, es vivir en el rencor hacia quienes nos dañaron, es pensar que ya no cambiaran las cosas”. Amigos escúchenme: ¡ESTA NO SERIA VIDA!
Yo quiero exhortarte que escuches a Jesús que hoy te dice amorosamente: ¡LEVANTA TU MIRADA! No importa la condición en que te encuentres, Dios lo sabe. Lo importante es que confíes en el Señor y te levantes lleno de entusiasmo, paz y amor; y vayas a anunciarle a los tuyos que hay esperanza en Cristo. Si tu mundo cambia, veras con otros ojos el mundo. Comprobaras que si abres tus ojos, tus campos serán diferentes y tu cosecha será abundante.
Con esto dicho, permítame invitarle a que usted me ayude a llevar este mensaje al mundo entero. Yo también quiero asumir el reto que Jesús me está haciendo. Yo se que él me está diciendo: “Noel, levanta tu mirada y observa que los campos están listos para levantar la cosecha”. Yo voy a asumir mi propia responsabilidad y lo haré junto con mis compañeros de la familia de “El Sembrador” y esperamos seguir dando frutos abundantes con la poderosa ayuda del Espíritu Santo.
Confío que en este momento usted ya esté enterado de que por voluntad de Dios, hemos iniciado la compra del edificio que será la casa propia de este apostolado, para que desde allí continuemos enviando el mensaje del evangelio de Jesucristo y ello lo debemos GRACIAS A SU CONFIANZA, si a la que usted ha tenido en nosotros. Siempre hemos trabajado por mantener nuestra palabra en lo que les hemos comunicado y les hablamos con la verdad. Hemos dado el pago del enganche de la compra y ahora tenemos el reto de acondicionar el edificio para que podamos movernos cuanto antes.
Otra gran noticia que les comunico, es que si Dios lo permite, a partir del 15 de Noviembre próximo, comenzaremos a transmitir 5 horas de programación de lunes a viernes, de 3:00 de la tarde a 8:00 de la noche, a través del canal KXLA, el cual podrán sintonizar en los condados de Los Ángeles, Orange, San Bernardino, Riverside y Ventura, en casi su totalidad. Dicho canal podrá ser visto en cualquier sistema de cable como en satélite.
Por aparte seguiremos transmitiendo 24 horas los 7 días de la semana a través del canal 56.2. Con esta cobertura ampliada, estaremos llegando a un promedio potencial de 17 millones de hogares diariamente. ¡¡GLORIA A DIOS!! Por esto es que ahora más que nunca necesitamos de su valiosa AYUDA. Sé anticipadamente que esto no será nada fácil, pero no imposible para los que creemos y confiamos en el Señor. Amén.
Una vez más les pido su ayuda. Es probable que usted se pregunte en este momento: ¿y yo que puedo hacer? Tiene varias alternativas. Una de ellas es orar intensamente y pídale al Señor que haya muchas personas caritativas que colaboren económicamente con este apostolado. Otra sería orar y enviar su semilla de amor mensual de $ 25.00 o más, según tus posibilidades y como respuesta a esta carta mensual que enviamos. Una más, es brindarnos apoyo financiero en nuestra campaña anual de recaudación de ofrendas que será en este mes con el nombre de TELETON y RADIOTON.
Mis amados hermanos yo no pido nada para mí. Gracias a Dios, tengo mi trabajo y yo también, como de costumbre, siempre pongo mi parte de ofrenda como diezmo, además contribuyo con mi tiempo voluntario y mis dones al servicio del apostolado y del Señor. Recuerda que tú ayuda y contribución es para la obra de Dios que urgentemente necesita de un esfuerzo de todos sus hijos. Hay miles de almas que rescatar para la gloria de Dios y ello lo podemos lograr si ustedes se unen a levantar esta cosecha con El Sembrador.
Tuve el privilegio de rogarle personalmente a Santa María de Guadalupe durante mi visita a la Basílica en el mes de Octubre, para que ella personalmente le rogara a su amado Hijo que continúe dirigiendo este apostolado con abundantes bendiciones para la gloria de Dios y para que ella y Jesús aceptaran nuestra consagración a sus corazones inmaculados. Prometí que también a ella la llevaremos a los hogares del mundo, porque ella siempre se encuentra cerca de su Hijo Jesucristo y del Espíritu Santo.
Anticipadamente les agradezco por su valiosa y espontánea colaboración y aprovecho para quedar como su amigo en Jesucristo y Santa María de Guadalupe.
Noel Díaz.