En los actuales tiempos es muy común escuchar acerca del problema del robo de identidad y es que cuando esto sucede se convierte en una pesadilla. El hecho de que alguien se haga pasar por otra persona y arruine el nombre, la reputación y el crédito de la misma. Probablemente muchos se identifican con este tipo de problema, pues lo han vivido en carne propia. La razón por la que hago este comentario, es porque deseo hacer una comparación.
Creo que en nuestro mundo de hoy, hay miles de ladrones que sólo esperan una oportunidad para actuar y hacer de las suyas. La deshonestidad la vemos en todos los ambientes de la sociedad y también en la política, religión, en el campo laboral, en las oficinas de profesionales, en el campo de la medicina, etc., etc. Ante esta situación, hoy día a la gente le es mucho más difícil confiar en alguien, que hace 30 o 40 años atrás. Esta es una realidad que no podemos evadir. Es triste decirlo y admitirlo, pero todo lo que tenga que ver con la seguridad se ha convertido en una industria donde se gastan millones y millones de dólares, por que todos queremos más seguridad. Cada día la tecnología nos sorprende, con mejores cámaras y sistemas que ayudan a detectar a los deshonestos, sin embargo, parece que para los ladrones es un desafío y una profesión, ya que cuando sale algo nuevo inmediatamente se le busca otra forma para superarlo y continuar con sus fechorías.
Jesús nos previno y advirtió de un ladrón que no es posible detectar con ninguna tecnología. Jesús lo llama el padre de la mentira y una persona que miente es una persona deshonesta. En una ocasión se refirió a él directamente en estos términos: “El padre de ustedes es el diablo; ustedes le pertenecen, y tratan de hacer lo que él quiere. El diablo ha sido un asesino desde el principio. No se mantiene en la verdad, y nunca dice la verdad. Cuando dice mentiras, habla como lo que es; porque es mentiroso y es el padre de la mentira. Pero como yo digo la verdad, ustedes no me creen. ¿Quién de ustedes puede demostrar que yo tengo algún pecado? El que es de Dios, escucha las palabras de Dios; pero como ustedes no son de Dios, no quieren escuchar” (Jn 8, 44-47). Cuando Jesús se refiere al principio, esta hablando del pasaje bíblico que en Génesis nos dice: “Pero la serpiente le dijo a la mujer: No es cierto. No morirán. Dios sabe muy bien que cuando ustedes coman del fruto de ese árbol podrán saber lo que es bueno y lo que es malo, y que entonces serán como Dios” (Gen 3, 4-5).
Desde ese momento, este ladrón y mentiroso le robó la identidad a Eva y por consiguiente a todos nosotros los seres humanos. Desde esa precisa ocasión hasta hoy, ese mismo ladrón no cesa de robar y de mentir, porque tiene como objetivo que nosotros no sepamos o no nos enteremos quienes realmente somos, pues con mentiras ha estado engañando a millones de personas haciéndoles sentir que no valen nada, que nadie les ama, que su vida no tiene ningún sentido. Todas esas falsedades se convierten en un potencial para que cualquier persona pierda su identidad de saber que es hija o hijo de Dios.
A otras personas también los engaña haciéndoles saber que en ellos mismos está la felicidad y que al tener poder y dinero suficiente, no necesitan de nadie, ni siquiera de Dios, porque ellos son su propio dios. ¿No es esto lo que la serpiente le dijo a Eva?: NO ES CIERTO, le dijo, refiriéndose a lo que Dios les había ordenado no hacer. Yo diría que la mala noticia es que ese ladrón sigue robando la felicidad a millones de seres humanos. La buena noticia es que desde el momento en que Jesús entra en la historia de la humanidad, llega la liberación y la salvación y El mismo expone las obras del mal y quien está detrás de todo lo obscuro. Con mucha razón Jesús dijo: “El ladrón viene solamente para robar, matar y destruir; pero yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.” (Jn 10, 10).
Concretamente le digo que usted fue creado por Dios Padre, con todas las características para ser feliz y libre para amar y ser amado. Quisiera preguntarle a usted, lo mismo que Dios le preguntó a Adán después de haber sido engañado: ¿Quién te dijo que estabas desnudo? ¿Quién le ha dicho a usted que no será nadie en la vida? ¿Qué por su físico y apariencia nadie le ama? ¿Qué su pasado es resultado de lo que es su vida por no tener esto y lo otro y por eso no será feliz?… ¿Quién le ha dicho todas estas mentiras? Lo peor no es que se lo hayan dicho, sino que las haya creído de quienes hayan venido.
Como dice la Sagrada Escritura: ¡Oh, si escucharais hoy su voz!no endurezcan su corazón” (Sal 95, 7-8). Hoy y siempre usted debe dejar a Jesucristo que reine en su corazón con toda la plenitud de su amor, perdón y bondad. El quiere que usted NUNCA pierda, ni deje que nadie le robe su IDENTIDAD de hija o hijo de Dios Padre. Su propia vida y la mía, está asegurada con el precio de la SANGRE DE CRISTO, para que ya no vivamos en la tristeza, la vergüenza y el pecado, sino para vivir en plena libertad y amor, con todos los derechos de un hijo o hija, otorgados por los méritos de nuestro Señor Jesucristo. Recordemos que gracias al SI (fiat)) de María Santísima, la nueva Eva que no se dejó engañar y por su SI (fiat) entró la Luz y la esperanza en quienes han creído y seguimos creyendo en el Señor. CEC 1213 Por el bautismo somos liberados del pecado y regenerados como hijos de Dios, llegamos a ser miembros de Cristo y somos incorporados a la iglesia y partícipes de su misión. Amen
Le doy gracias a Dios por usted que el día de hoy lee esta carta mensual y es parte de esta siembra. Usted con sus oraciones y su ofrenda mensual hace posible que este mensaje de salvación llegue a miles de personas en el mundo. Estoy consciente que actualmente experimentamos una recesión económica en donde muchos han perdido sus trabajos y hasta sus viviendas, y es probable que por esta razón muchos de los que reciben esta carta ya no han podido hacer sus ofrendas. Como un dato estadístico, sabemos que aproximadamente la mitad de las personas que reciben este mensaje de amor, no responden y no sabemos nada de ellos, porque no nos retornan el sobre a nuestras oficinas, aunque sea para pedir por todas sus necesidades.
Es probable que usted sea de las personas afectadas y no está en condiciones de ofrendar. Reconozco que no siempre se puede ayudar. Pero puede ser que usted sea de las personas que gozan de tener un trabajo y le es posible ayudarnos hoy de manera extraordinaria haciendo un esfuerzo, colaborando por todos aquellos que en estos momentos no pueden hacerlo. Todos los que formamos parte de esta gran familia de El Sembrador estaríamos muy agradecidos por su generosa ayuda, de igual manera como lo estamos con la otra mitad que con esfuerzo y sacrificio envían su ofrenda.
Déjeme contarle que hace unas semanas atrás, en la radio, recibimos la llamada telefónica de una señora desde Mexicali, B.C. y me dijo que asiduamente escuchaba la radio en su hogar y que no trabajaba sino únicamente su esposo y que apenas les alcanzaba para sobrevivir cada semana. No obstante su limitación económica, me manifestó que sintió el deseo de ser una sembradora y le pidió a Dios que le ayudara para reunir los 25 dólares de cada mes. Dijo que comenzó a juntar poco a poco de un lado y otro y con alegría manifestó que ya van dos meses que lo ha logrado. Esto me conmovió enormemente y me hizo pensar en la responsabilidad que tenemos delante de Dios para administrar cada ofrenda que recibimos, reconociendo las condiciones de sacrificio de quienes las envían.
Aprovecho la oportunidad para enviar un saludo amoroso a toda la juventud de hoy, pues reconozco que son el futuro de nuestra sociedad y de la iglesia. Mi gratitud a quienes recluidos en la cárcel o centros de readaptación social y correccional, han puesto su fe y esperanza en el Señor y mantienen su identidad como hijos de Dios, esperando el día de su plena libertad del pecado e inicien una nueva vida.
Gracias por su amable comunión con nosotros. Continuaré orando porque Dios se encargue de todas sus necesidades. Les agradezco por levantar su oración por nuestro apostolado El Sembrador, porque juntos, usted, su familia y nosotros estamos siendo la luz que Jesús dijo que deberíamos de ser para los demás.
Deseo que la paz del Señor se derrame en cada uno de ustedes que leen este mensaje y que Santa María de Guadalupe, madre nuestra, tome sus necesidades para presentarlas a su hijo Jesucristo, en el poder del Espíritu Santo. Su amigo.
Noel Díaz
P.D.
Lleno de alegría agradezco a todas las personas que asistieron al congreso de católicos, en donde fue maravilloso ser testigo del poder de Dios manifestado en su pueblo. Animo a todos ustedes que renovaron su fe y vieron manifestar la presencia del Señor, a que se mantengan firmes en sus comunidades dando testimonio a los demás y viviendo en comunión dedicados a la oración y la lectura diaria y asidua de la Palabra de Dios y sirviendo en sus diferentes parroquias con mucho amor, dedicación y fe.
Ahora nos toca promover el Congreso de jóvenes –CDJ- que se encuentra a poco tiempo de celebrarse y en el cual ponemos nuestra esperanza en el futuro de nuestra iglesia. Nos toca ahora ayudar a promover este evento para favorecer la acción de Dios y su poder en nuestra juventud. Ayudemos a nuestros jóvenes, nuestros propios hijos y familiares, para que reciban y conozcan el poder de Dios en sus vidas y encuentren el verdadero camino que Jesús les ofrece y sean capaces de elegir la vida del bien y reciban el poder que los ayude a resistir las tentaciones que el mundo les ofrece y los llene del único poder que los haga fuertes en su fe y en su forma de ser… el Espíritu Santo. Necesitamos de usted y de sus comunidades para promover este evento en la juventud.