Abril 2008
EL SEMBRADOR SALIO A SEMBRAR
Un 3 de abril se inicio la siembra de El Sembrador. Esta fecha trae para mí grandes recuerdos en el tiempo, principalmente cuando llega, pues ya son 24 años consecutivos de sembrar la semilla de salvación. Han sido miles y miles de mujeres y hombres que han sido alcanzados para Dios. Muchas veces me han hecho la misma pregunta: ¿porqué se le dio el nombre de El Sembrador al apostolado?. La respuesta es que cuando yo leí la parábola del sembrador en mis primeros años de conversión, me cautivo por la forma sencilla en que Jesús la presenta y por la gran profundidad que le da al explicar a los discípulos lo que significa.
Considero que verdaderamente en esta parábola se encierra el misterio de la salvación. Se descubre el deseo de Dios para el hombre, como también se ve el mal deseo del enemigo para nuestras almas. Se observa la fuerza del mundo con todas sus ofertas, capaces de separarnos de Dios, si nos descuidamos. Sin embargo, al final de la parábola se puede contemplar que todos podemos alcanzar producir mucho fruto. En esta parábola estamos incluidos usted y yo, más bien dicho, estamos incluidos todos. Esta es la respuesta del porque el bello nombre de “El Sembrador”.
A partir del presente mes estaremos preparándonos para celebrar las bodas de plata en el próximo año. Sí, los 25 años de haber fundado este ministerio y de haber iniciado el apostolado de una manera prospera y fructífera, de lo cual me siento plenamente satisfecho y alegre. Por esta razón quiero proponer a todos ustedes que a que a partir del 3 de Abril del 2009, comencemos a celebrar el día de El Sembrador.
Considero que es una buena ocasión y fecha para celebrar el aniversario y el día de El Sembrador, y que todos aquellos que consideremos ser miembros fieles de este apostolado, realicemos y llevemos a cabo una acción de sembrar. Si, sembrar la semilla de una palabra de esperanza para alguien muy necesitado; sembrar la semilla de la caridad, ayudando a alguien con alguna necesidad material o espiritual; sembrar una semilla de reconciliación y de perdón a alguien que hayamos ofendido; o bien perdonar a alguien que nos haya ofendido. Sembrar con una visita al enfermo o al privado de su libertad. Y que mejor ocasión de hacer la prueba en este próximo 3 de Abril de 2008 y dedicarnos a sembrar por primera vez y sentir el beneficio de ser útiles a la causa evangelizadora que Jesús nos pide. Espero que me comuniquen sus testimonios de esta primera práctica de sembrar y yo las compartiré con los demás.
Todas estas acciones nos ayudaran a recordar que todos hemos sido llamados a ser sembradores y no solamente por el ministerio, sino como bautizados. Recordemos que Jesús es el sembrador de sembradores y por lo consiguiente nosotros somos sus frutos y también sus sembradores.
No puedo dejar de revivir y recordar esos primeros días en que Dios movió mi corazón, de tal manera, que ya no pude encontrar excusas para dedicar mi vida a servirle. Como dijo San Agustín: “mi alma estaba inquieta hasta que no volvió a Dios”. Yo sabia desde mi primera comunión, que Dios se manifestaba en mi vida en forma muy real, a pesar de mis escasos 7 años. Es así como llegaron a decir los discípulos de Emaús: “¿No es verdad que el corazón nos ardía en el pecho cuando nos venía hablando por el camino y nos explicaba las Escrituras? (Lc 24, 32.) Ahora lo compruebo, lo entiendo y lo comprendo…, que El había estado caminando conmigo durante el desarrollo de mi vida. El estuvo presente cuando aquel día viernes, en una vecindad en Tijuana, en una casita de cartón, nació el hijo de una madre soltera y desamparada.
Al recordar la historia de mi vida, no lo hago con un espíritu de víctima, sino más bien con espíritu de agradecimiento, porque se que Dios tenía un plan maravilloso para mi vida. Estoy seguro que si no hubiese pasado por esa pobreza extrema, me sería muy difícil apreciar y valorar la vida de hoy. Además me seria difícil entender el dolor de los necesitados. Puedo decir que viví y compartí con los más pobres de Tijuana de aquella época. Gracias a Dios nunca pase largos periodos de tiempo sin comer. A mi mamá, siempre de una o de otra forma, Dios le bendecía y ayudaba, inspirándola con diferentes ideas para vender algún producto en las calles de la ciudad y de esa forma proveernos de lo necesario para comer.
El amor de Dios es muy grande e inmenso para con nosotros y nos lo muestra de mil maneras durante el curso de nuestra vida. Cada vez que tengamos que ver nuestro pasado, hagámoslo con el solo propósito de aprender y valorar nuestra vida.
En la historia que Jesús nos presenta en la parábola del sembrador, encontramos una llamada de alerta muy importante para los que llevamos tiempo en el camino del Señor: “Un sembrador salió a sembrar. Y, al sembrar, una parte de la semilla cayó en el camino, y llegaron las aves y se la comieron. Otra parte cayó entre las piedras, donde había mucha tierra; esa semilla brotó pronto, porque la tierra no era muy honda; pero el sol, al salir, la quemó, y como no tenía raíz, se secó. Otra parte de la semilla cayó entre espinos, y los espinos crecieron y la ahogaron. Pero otra parte cayó en buena tierra, y dio buena cosecha; algunas espigas dieron cien granos por semilla, otras setenta granos, y otras treinta”. (Mt 13, 4-9).
Me refiero a la semilla que cae en tierra y comienza a crecer, pero después de un tiempo se va ahogando con los espinos a su alrededor. A esto estamos expuestos cada uno de nosotros. Si nos descuidamos, el mundo, sus ofertas y las preocupaciones de la vida diaria, nos pueden ahogar y nos pueden separar de Dios. Así como he visto miles de personas llegar a los pies de Cristo, también he visto a muchos, dejarse ahogar con lo que ofrece este mundo, cambiando la Gloria de Dios por lo temporal…, a este respecto, Jesús dijo: “Pero el que persevere hasta al fin, ese se salvará”. (Mt 24, 13).
Si perseveramos en el Señor, seremos como la semilla que cae en tierra buena y que da mucho fruto. Esta es mi misión personal y la de nuestro apostolado: dar fruto abundante. Al principio de este año, en una reunión de servidores del apostolado, dije algo que sentí fuertemente en mi corazón y que se refería a que este 2008 iba ser el año en donde más conversiones se verán, como nunca en otro año anterior en el campo de la evangelización. La verdad es que en lo que va del año estamos viendo esos resultados.
Es un privilegio compartir todas estas inquietudes con ustedes, pues el impulso del Señor resucitado me motiva a pensar que no es una casualidad que el aniversario de nuestro ministerio, siempre caiga en medio de la celebración de la resurrección de nuestro Señor Jesucristo. Tiempo de victoria, tiempo de felicidad, tiempo de fe, tiempo de la afirmación de que nuestro Señor es el único Dios resucitado, vivo, que permanece en medio de su pueblo, siendo el mismo de ayer, de hoy y de siempre. Nuestro ministerio es fruto de la resurrección de Jesucristo y vive para ser resurrección de todos aquellos que quieren a vivir la vida al estilo de nuestro Señor.
Recuerdo el hecho histórico que el 3 de Abril de 1990, precisamente día domingo de resurrección, fue la primera vez en que salió al aire el programa “Dimensión de Fe” por televisión, la primera media hora transmitida por Canal 52, Telemando, y a partir de esa oportunidad nos mantuvimos en la televisión, trabajando en la obra de evangelización, hasta la fecha. Hermanos, celebramos dos aniversarios el 3 de Abril, uno es la fundación del apostolado “El Sembrador”, y el otro, el inicio del trabajo evangelizador por medio de la televisión con el programa “Dimensión de Fe”. ¡BENDITO SEA DIOS!.
Quiero participarles que en este próximo mes de Mayo, estaré saliendo de misión a los países de Guatemala, El Salvador y México, y espero que usted se una conmigo en oración para que la semilla que se va a sembrar, de mucho fruto y permanezca. A mi regreso compartiré con todos ustedes la alegría y el éxito que anticipadamente nos garantiza la presencia del Espíritu Santo en el curso de esta misión de buena voluntad.
Nuevamente quiero dar mil gracias a cada uno de ustedes por ser un fiel sembrador con nosotros y espero que juntos celebremos las victorias alcanzadas. Confiamos en el Señor que en este mes podamos lograr la meta de pagar en su totalidad la radio católica 1670 AM. Mi gratitud personal a los Sembradores en Conquista y a todos los Rescatistas, quienes han sido de gran ayuda durante este tiempo de siembra.
Gracias a usted que al recibir esta carta en sus manos se une conmigo con su ofrenda económica. Le puedo asegurar que Dios multiplicará y compensará de muchas formas, sus ofrendas y oraciones. SOMOS SEMBRADORES, y en la medida que podamos sembrar con nuestra ofrenda de amor y oraciones, juntos celebraremos por cada persona alcanzada por medio de El Sembrador..
CELEBREMOS LAS 24 HORAS DE SIEMBRA DIARIA, DANDOLE GRACIAS A DIOS POR LA 1670 AM Y 1240 AM, AHORA SEMBRANDO EN SAN DIEGO Y TIJUANA.
Hermano en Cristo Jesús y María Santísima de Guadalupe,
NOEL DIAZ