Marzo 2008
VIVIR EN PLENITUD
Dios en su diseño original nos creo para vivir en plenitud. Plenitud es sinónimo de abundancia, de tener de sobra. Vivir en plenitud es tenerlo todo y no solo lo necesario, sino aun de más. Digo que este fue el diseño original de Dios, porque una vez que desobedecieron Adán y Eva, perdieron la plenitud de la gracia divina..., sin embargo, Dios Padre no dejo de pensar que su creación debería de vivir en plenitud.
El pecado entró en la escena por medio de quien es pecado y muerte, Satanás. Es cierto que desde el momento del pecado se tuvo que pagar el precio a un costo muy elevado. Lo que quiero que usted vea detrás de esta reflexión, es el deseo de Dios para nosotros los humanos, sus hijos. Desde la creación su deseo fue, ha sido y es hoy, que usted y yo vivamos en plenitud. Su original y buen deseo no ha cambiado en lo absoluto. Podría asegurar que en el corazón de Dios siempre ha estado presente, y esto lo podemos apreciar claramente en el evangelio de san Juan: “Pues Dios amó tanto al mundo, que dio a su Hijo único, para que todo aquel que crea en él, no muera, sino que tenga vida eterna”. (Jn 3,16). Jesús mismo nos llego a prometer: “…pero yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.” (Jn 10, 10). Con esto confirmamos ese deseo, ese anhelo de Dios Padre a través de su Hijo amado, camino de salvación y plenitud. Así que es claro apreciar cual es el plan de vida que Dios tiene preparado para cada uno de nosotros.
Por el otro lado, también se puede ver claramente cual es el deseo del maligno para el ser humano. Desde el principio este espíritu del mal se ve manifestado en la figura de la serpiente, y logra engañar a Adán y Eva. ¿Cuál era su deseo? Que ellos no le creyeran a Dios. Así que su estrategia fue crear duda en ellos. El maligno siempre a querido distorsionar lo que Dios dice, a base de engaños. Su plan en otras palabras, es desfigurar el plan de Dios. Y así sucedió cuando nuestros primeros padres cayeron en la trampa. El pecado y la muerte es lo que desfigura el plan de Dios, promovido siempre por el espíritu del maligno.
Usted y yo no fuimos diseñados y creados para vivir en ESCLAVITUD, sino para vivir en PLENITUD. La plenitud proviene de Dios Padre y la esclavitud proviene de Satanás. Los seres humanos tenemos la alternativa de estar viviendo en PLENITUD o en ESCLAVITUD. La plenitud no significa ausencia de sufrimiento, ni de pruebas. Es estar convencidos de que a pesar de los acontecimientos dolorosos de esta vida, no cambia mi forma de pensar de Dios y sus promesas. Es estar siempre firmes y confiados en El.
Hace poco tiempo tuve la oportunidad de conocer un reporte especial de la vida de una familia de Irak. Es una familia de cuatro perdonas, la pareja y dos hijos. Un 15 de Enero mientras Yussif de 5 años jugaba alegremente con sus amiguitos en las afueras de su casa, un individuo enmascarado le roció gasolina en el cuerpo y después le prendió fuego. La mamá desde adentro de su casa escucho los gritos de dolor de su hijo, salio corriendo inmediatamente y pudo verlo envuelto completamente en llamas. ¡Que momento para una joven madre!. Pocas horas después el niño se encontraba en manos de los médicos tratando se salvarle la vida, su rostro estaba totalmente desfigurado por las quemaduras.
Gracias a Dios lograron salvarle la vida, sin embargo, para esta familia y para Yussif, la vida en lo sucesivo seria muy diferente. Por lo pronto la sonrisa de este inocente niño se había apagado totalmente. Pude ver fotos de Yussif antes de su tragedia. El era un niño muy bien parecido, con sus ojos llenos de vida y alegría. Ahora era un niño que se aislaba, que se le encontraba llorando a cada momento. Un día, el niño lleno de dolor y sufrimiento, le dijo a su mamá que sus amigos no querían jugar con él…, “porque no soy como ellos”. Viendo el dolor de este niño, su padre buscó ayuda en muchos lugares del gobierno en su país, sin lograr su objetivo. El padre quería que se le reconstruyera la cara de su hijo. Finalmente un noticiero de USA aceptó sacar esta historia al público. Miles de televidentes fueron testigos de este terrible incidente y comenzó a llegar la ayuda a esta familia. Después viajaron a USA gracias a la generosidad de doctores e instituciones que les ofrecieron la oportunidad de hacerle una serie de cirugías para reconstruir el rostro desfigurado de su hijo. Por fin se presentaba una esperanza para Yussif, un niño a quien la obra del mal le había cambiado su diseño original y en donde su sonrisa se había transformado en tristeza, dolor y sufrimiento. La buena noticia es que ya comenzaron a practicarle las primeras cirugías al niño y los primeros resultados también, pues la familia ha comenzado a ver la luz de un nuevo día, ya que Yussif ha vuelto a sonreír y se aproxima el momento de volver a jugar como antes y ser feliz.
Les he contado esta historia de Yussif porque es muy parecida a la de usted y la mía. Desde el preciso momento en que fuimos concebidos hemos tenido que enfrentar las fuerzas del mal. Cuántos casos he escuchado de personas que dicen: cuando mi mamá quedó embarazada de mi y supieron que era niña, papá se sintió mal porque esperaba un varón, o viceversa. Otra es, no te esperábamos; y otra es que durante ese embarazo hubo mucho dolor en el corazón de mamá o dentro del hogar. Todas estas expresiones indudablemente eran un ataque a esa criatura en el vientre. Después de nacidos, la lucha del mal en contra nuestra continuaría. Quien no recuerda en su niñez o adolescencia haber sido victima de algún abuso físico, verbal, sexual o psicológico. Todo esto sucedió con el fin de que nuestra vida fuera desfigurada y con el propósito de que perdiéramos nuestra dignidad de hijos de Dios.
Así como a Yussif le apagaron la vida destruyendo su rostro, así a nosotros la fuerza del mal nos ha buscado para destruirnos y apartarnos de la plenitud que Dios nos ofrece. La personas que han sido afectadas en su vida por estos abusos del pasado, les es muy difícil vivir en plenitud, no porque no puedan, sino por pensar que esa es la forma en que deben de seguir viviendo su vida…, y viven llenos temor, complejos, culpabilidad, y hasta sienten que su vida no tiene sentido. Ahora déjeme decirle una vez más que ese no fue, ni es el plan de Dios. El nos creo con el firme propósito de que vivamos en PLENITUD. Jesucristo de viva voz nos dice: “Los que están sanos no necesitan médico, sino los enfermos…” (Mc 9, 17). El se presenta como el médico divino y CIRUJANO de CIRUJANOS.
Jesús nos ofrece gratuitamente reconstruir lo que el mal afanadamente ha querido destruir…, tu vida, tu imagen, tu dignidad. Hoy le invito personalmente a aceptar la oferta generosa que Dios Padre nos ofrece a través de su Hijo Jesucristo, para alcanzar vivir en PLENITUD y no en esclavitud. Jesús ha venido para hacernos libres de todas las ataduras del mal. Dejemos confiadamente nuestro pasado en manos del Médico Divino y caminemos con fe, amor y esperanza, convencidos de que Dios nunca nos abandonará y un día gozaremos junto a El, la vida eterna.
Ya estamos viviendo plenamente el tiempo de Cuaresma y eso significa el haber iniciado un tiempo de particular compromiso en el combate espiritual que se opone al mal presente en el mundo, en cada uno de nosotros y a nuestro alrededor. Significa también mirar al mal cara a cara y disponernos a luchar contra sus efectos, sobre todo contra sus causas, hasta la última causa, que es Satanás. No significa descargar el problema del mal sobre los otros, sobre la sociedad o sobre Dios, sino reconocer las propias responsabilidades que como cristianos tenemos y asumir el cargo conscientemente. En este sentido resuena urgente para nosotros los cristianos, la invitación de Jesús a cargar cada uno su propia “cruz” y lanzarnos a seguirlo con humildad y confianza, hasta compartir con El, la gloriosa resurrección. El Camino de la Cruz es el único que conduce a la victoria del amor sobre el odio y de la paz sobre la violencia. Jussif, el niño inocente de la historia, fue afectado por las fuerzas del mal, pero ahora se aproxima el momento de vivir y experimentar el encuentro de la resurrección de Jesucristo en su propia vida. Tal vez la mayor cirugía a la que será cometido Jussif, sea la del corazón y aceptando a Jesús como Señor de su vida junto con su familia, alcance a experimentar la plenitud de la vida que lo hará completamente libre y sano, y lo transforme en una nueva persona que lo haga vivir su propia resurrección.
Agradezco infinitamente a todos ustedes que reciben esta carta mensual y con un santo temor, les pido que no dejen de enviar sus ofrendas de amor, en la medida que Dios les conceda la posibilidad. Ayúdenos a continuar llevando esta Buena Noticia de salvación a millones de hermanos en Estados Unidos, México, Guatemala, Salvador, Honduras, Nicaragua, Costa Rica, Panamá, Ecuador, Colombia, Brasil, Venezuela, Perú, Bolivia, Paraguay, Uruguay, Chile, Argentina, etc., etc., y varios países de Europa, principalmente, España.
Esta no es tarea fácil, ni tampoco un deseo de lograrlo, YA ES UNA REALIDAD, porque nuestros hermanos están recibiendo el mensaje de JESUCRISTO GRACIAS AL PODER DE SU AYUDA ECONOMICA Y SUS ORACIONES. Diariamente yo le ruego a Dios porque a todos ustedes nuestros benefactores, les multiplique con abundancia sus nobles ofrendas.
Deseo que cada uno de ustedes renueve su entrega y conversión a Jesucristo y que al final de la Cuaresma nos unamos en el gozo de la resurrección a una vida plena de amor por el poder del Espíritu Santo y la dulce compañía de Santa Maria de Guadalupe. Su hermano de siempre,
Noel Díaz