Cartas de Noel 2008


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Junio

Junio 2008



TODOS NECESITAMOS DEL AMOR DEL PADRE


Es cierto que el amor de una madre es único, pero no hay que caer en el sentimiento de que el amor de un Padre no es tan importante. Todos lo seres humanos nunca estaremos completamente satisfechos, si no recibimos el amor de nuestro padre biológico. Es muy común oír decir:
“no es padre el que engendra, sino quien estuvo contigo o te crió…”.

Si, esto tiene su verdad hasta cierto límite, sin embargo, podemos ver en diferentes historias que personas que no conocen a su padre o madre biológicos, sufren interiormente y luchan por encontrarlos, aunque hayan recibido el amor de padres adoptivos…, y la pregunta sería: ¿por qué?. Sencillamente por que nacimos con la necesidad de ser amados por quienes nos engendraron y además tenemos la necesidad de conocer y entender nuestro origen..

El los últimos años, en los Congresos que organizamos y llevamos a cabo, me he dado cuenta de cuanto dolor hay en los corazones de mujeres y hombres, por no haber recibido el amor y la atención de su padre. Todos necesitamos del amor de papá, lo conozcamos o no y no importa la edad que tengamos y si nuestro padre vive o haya fallecido. Con gran razón Jesús continuamente habla de su Padre y esto no es una nueva revelación, porque desde hace más de 2000 años, Jesús nos habló del gran amor de su Padre del cielo.

Si estudiamos con atención los pasajes del Evangelio en donde Jesús menciona la palabra Padre, ya sea en su relación personal o cuando lo presenta como Padre de todos, lo hace con el objeto de darnos la posibilidad de ser participes de penetrar en el amor del Padre en su calidad de hijos. Por citar uno de tantos pasajes, viene a mi mente cuando Jesús nos presenta a Dios como el Padre proveedor, como quien nos ve y se preocupa por cada una de nuestras necesidades:
“Así que no se preocupen, preguntándose: ¿Qué vamos a comer? “ o “¿Qué vamos a beber? o ¿Con qué vamos a vestirnos? Todas estas cosas son las que preocupan a los paganos, pero ustedes tienen un Padre celestial que ya sabe que las necesitan. Por lo tanto, pongan toda su atención en el reino de los cielos y en hacer lo que es justo ante Dios, y recibirán también todas estas cosas.” (S. Mateo 6, 31-33).

Cuando una persona no ha recibido el amor de su padre biológico, necesita recibir urgentemente sanación en su corazón a través de un proceso muy sencillo, aunque a veces doloroso. Lo primero que se debe hacer es perdonar a su padre por no haber estado a su lado como protector y dador del amor en su relación con su hija o hijo. Hace muchos años atrás, yo estaba en un retiro de servidores y en un momento especial de oración, la persona que dirigía la misma, dijo:
“en este momento, traigan a su mente y corazón a su padre y si tu padre no te dio el amor que tu necesitaste, entonces por amor a Dios perdónalo”. Yo pensé en mi interior, la verdad es que yo ni odio a mi padre, ni siento amor por el.

Mi padre falleció cuando yo tenia 15 años de edad, estuve presente en su velorio y cuando lo ví en el féretro no derrame ninguna lágrima. No era que yo le tenía algún rencor, simplemente era que nunca tuve una relación de padre e hijo. Así que mientras estábamos en esa oración en el retiro, interiormente comencé a decir algo así:
“papa yo te perdono por no haber estado junto a mi en los momentos que más te necesite, por no haberme protegido, por no haberme dicho una palabra de amor y de cariño, de ánimo, de ternura, por no haberme dado un beso, etc.,”, y en esos momentos comencé a llorar con mucho sentimiento.

Nunca me imagine que yo tenía tanta necesidad de perdonar a mi padre. La verdad es que yo necesitaba ser sanado de mi corazón por la falta de amor y de protección de mi padre. Desde ese día entendí mucho mejor las palabras que Jesús pronunció en la cruz: “Padre perdónalos por que no saben lo que hacen…”. Yo le dije a mi papá desde el fondo de mi corazón, te perdono por que no supiste lo que hacías al no darme tu amor. Después de ese bendito momento de sanación interior, comencé a sentir compasión por mi padre, porque reflexione: pobrecito de mi padre, porque él también no recibió el amor de mi abuelo y como no lo recibió, no sabia como darlo. Esta es la triste y verdadera historia de muchos hombres y mujeres.

Hoy y siempre bendigo a Dios Padre, que por medio de Jesús, me llamo a experimentar los manjares de su amor y ahora puedo compartirles que desde que perdone a mi padre, fui liberado y sanado y considero que también pude liberar a mi padre. Hoy, al ser padre de tres maravillosos hijos, por gracia de Dios he aprendido a darles el amor, cariño y protección que ellos necesitan. Y aunque mis hijos son jóvenes y adultos, todavía me deleito en darles abrazos y besos tanto a los dos hombres, como a mi hija.

Hoy puedo compartirles que nunca estuve solo, porque mi Padre del cielo siempre estuvo conmigo y esto lo reconozco desde que conocí a Jesús. Yo no se cual sea su historia personal en referencia a su padre, pero si por alguna razón usted reconoce que su relación con él no fue o es buena, yo le animo a que si su padre vive, busque la oportunidad de alcanzar una reconciliación, inclusive si su padre no se presta a ello, usted haga su parte y déjele lo demás a Dios. Si su padre ya falleció, haga lo que yo hice en esa oración de sanación y tráigalo a su mente y corazón y dígale:
“papá, yo te perdono por no darme o tratarme con amor, por no darme tu presencia, tu aprecio, tus cuidados, etc..., y te pido me perdones por...,”.

Cuando llevamos coraje, odio y rencor dentro de nuestro corazón, nuestra vida la limitamos por que todo lo hacemos, vemos y oímos y lo procesamos en el corazón que esta enfermo por las mismas causas y sin darnos cuenta, estamos afectando a quienes tenemos cerca, ya que esa falta de paciencia o de amor, se debe a que estamos heridos interiormente y por eso descargamos nuestro coraje con los demás y sembramos sufrimiento, dolor y miseria. La verdad es que el problema esta dentro de la persona y mientras ella no se libere de todo, no sabrá lo que es la paz que Dios nos ofrece. Así que la respuesta y la solución están a nuestro alcance, y Dios quiere que seamos libres perdonando y pidiendo perdón.

Si usted reconoce que necesita del amor de su padre y no lo puede recibir por la razón que sea, esto no debe ser un obstáculo para que usted sepa que Jesucristo vino y nos enseño que todos tenemos un Padre que siempre vela por sus hijos. Cuando leemos las parábolas donde Jesús presenta al Padre que perdona al hijo prodigo, allí vemos plasmado el GRAN AMOR INCONDICIONAL DEL PADRE, que en vez de castigar, opta por abrazarlo y besarlo. Esto va mas allá del perdón, porque el Padre desea que usted y yo, vivamos en plenitud.

Con esta reflexión pretendo hacer un reconocimiento a esos hombres que han luchado en contra de las adversidades de la vida y se sacrifican por ser buenos padres para sus hijos. Les animo para que no dejen de hacer lo que esté a su alcance para proveerles a sus hijos del amor que necesitan y para que sepan que Dios existe y vive para amarnos como papá y que por medio de EL alcanzamos la bendición de ser buenos y eficientes papás.
Deseo felicidades a todos los padres en su día, les envío un fuerte y cariñoso abrazo con todo el amor fraternal en Cristo.

En estos tiempos difíciles de gran necesidad económica, quiero dejar de manifiesto que solamente su generosidad, fruto de la presencia de Cristo en su vida, es la que hace posible que la SEMILLA se siga sembrando en el corazón de miles de hermanos, día tras día en USA como en nuestros países.
Les doy las gracias por hacer un esfuerzo y sacrificio cada mes al recibir esta carta y enviar su semillas de amor, su ofrenda, que nos permite seguir proclamando el amor de Dios y continuar con la evangelización.
Se que muchos no han podido enviar su ofrenda por diferentes razones, sin embargo, yo persevero en la oración y pido por todos los que reciben esta carta en sus manos y ruego a Dios que no les falte el sustento de cada día y que si tenemos, seamos compasivos y generosos, compartiendo para alcanzar todos a Cristo.

Unido a ustedes en el amor a Dios, aprovecho la ocasión para desearles lo mejor y les ruego que nos unamos en oración continua para pedirle a nuestro Señor y Salvador Jesucristo que los próximos meses sean abundantes en la paz y el amor del Espíritu Santo, junto a nuestra santa madre, la Virgen María.


Noel Díaz


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