Cartas del mes 2009


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Agosto

Agosto 2009



DEJEMOS QUE DIOS SEA EL DIOS DE NUESTRA VIDA




Después de haber regresado de la misión evangelizadora que llevamos a cabo en México, siento mi espíritu renovado. Es muy posible que también así se sintieron lo 72 discípulos que Jesús había enviado, que a su regreso dijeron muy contentos:
“¡Señor, hasta los demonios nos obedecen al invocar tu nombre!. Jesús les dijo: – Sí, pues yo vi que Satanás caía del cielo como un rayo. Yo les he dado poder a ustedes para caminar sobre serpientes y alacranes, y para vencer toda fuerza del enemigo, sin sufrir ningún daño. Pero no se alegren de que los espíritus los obedezcan, sino de que sus nombres ya están escritos en el cielo.” (Luc 10; 17-20).


Por eso mis amigos, es que hoy siento la necesidad de hacer un breve reporte a cada uno de ustedes que reciben esta carta, ya sus oraciones nos acompañaron durante todo el tiempo que duro esta misión, lo cual agradezco profundamente. La verdad es que fue una experiencia maravillosa el haber proclamado la Buena Nueva de Jesucristo en tres diferentes estados de México. El viernes 26 de Junio estuvimos en Orizaba Veracruz, tuvo un gran impacto en mí, la fe tan profunda del pueblo de Dios. Muchas personas habían viajado hasta 30 horas de camino y desafortunadamente hubo necesidad de suspender el ingreso porque ya no había capacidad en el lugar para más personas. Sin embargo, cientos de ellos manifestaron su fe y se quedaron confiando que en algún momento les permitieran ingresar al recinto. Dentro había un promedio de diez mil personas y cientos más afuera del lugar. Más tarde se soltó una tormenta, a pesar del aguacero, la gente, incluyendo algunos niños, seguían en espera de la oportunidad de entrar a evento.


Al día siguiente, sábado 27 de Junio, en la Arena México fue todo un derroche de afecto y alegría de las miles de personas allí reunidas. El día domingo 28 estuvimos en Morelia, Michoacán, lugar en donde concluimos nuestra misión, mirando rostros transformados por la fe y la esperanza en Cristo, en medio de sus miedos y sufrimientos. Pudimos ver su confianza en nuestro Señor.


La verdad es que cada misión que realizo, me deja una gran lección y se convierte en un mensaje de Dios. Estoy sorprendido y agradecido por el bien que El Sembrador ha hecho y continua haciendo en millones de personas en el mundo. Es increíble ver como el canal ha sido y es un medio que Dios está utilizando para darle sentido a la vida de muchos. Estoy convencido de que en estas misiones, solo podemos ver una pequeña parte de lo que realmente es, y por un lado está bien, porque si así nos sorprendemos de las multitudes que llegan a donde vamos, pienso, ¿Cómo sería si viéramos todo el poder de alcance que realmente tenemos?


En estos tres días de misión, estuvimos acompañados de aproximadamente 23 mil personas en los tres lugares en donde estuvimos para Gloria de Dios.


Mi reflexión en esta ocasión, es sobre el hecho de que en este tiempo cuando acecha más la presión económica, carencia de recursos, violencia, inmoralidad, corrupción, etc. El ser humano, ya sea hombre o mujer, se ve en la difícil situación de tomar decisiones que no siempre son las correctas.


El otro día, conversaba con alguien, acerca de lo que sucede en la vida de una persona que sufre de algún trauma causado por algún abuso, ya sea físico, psicológico o sexual, la separación de nuestros padres, la muerte súbita y violenta de un ser amado y casos extremos de esta índole, provoca gran impacto en la vida de una persona, como si se abriera un hueco profundo en el alma, como una herida grande donde hay un sangrado constante y eso se convierte en un dolor continuo, un vacío que buscamos llenar de una u otra forma y es allí precisamente en donde el ser humano necesita hacer un alto e interiorizar muy dentro de su ser y saber realmente que es lo que le ha pasado en su vida. Es precisamente allí en donde muchos se equivocan y se lanzan en la búsqueda de algo para llenar ese vacío con cosas y personas, teniendo la ilusión que alguna de ellas le podrá dar la felicidad. Sin embargo, la mayor parte de ellos caen víctimas del enemigo, enredándose en relaciones enfermizas o adicciones de diferente tipo, esto lleva a la esclavitud, y por con secuencia a las enfermedades tanto físicas como mentales, haciendo de su vida un tormento, un lugar de dolor continuo…., y todo porque se busca llenar el vacío y sanar aquella herida.


Esta es precisamente una de las grandes razones del porque Jesucristo vino a este mundo. Jesús nos dice: “
Pues el Hijo del hombre ha venido a buscar y salvar lo que se había perdido” (Lc 19, 10). En otra ocasión también dijo: “Los que están buenos y sanos no necesitan médico, sino los enfermos.” (Mt 9, 12). Jesús nos habla de su misión en este mundo, El dijo: “El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha consagrado para anunciar la Buena Nueva a los pobres, me ha enviado a proclamar la libertad a los presos y dar vista a los ciegos, a poner en libertad a los oprimidos y a anunciar el año favorable del Señor.” (Lc 4, 18:19).


Conforme ha pasando el tiempo en mi vida consagrada, me he dado cuenta de cómo Satanás trabaja diariamente para destruirnos y a la vez como Dios Padre, en Jesucristo, lucha y busca constantemente como liberarnos, salvarnos y sanarnos. La raíz de la palabra salvación viene de palabra salud. Dios desea que cada uno de sus hijos e hijas estemos sanos en todo el sentido de la palabra.


Mi estimado amigo y amiga, te digo a ti, de todo corazón, que todos hemos sido expuestos de una forma u otra al dolor de diferente índole y ese sufrimiento, muchas veces nos transforma en personas amargadas, heridas y asustadas, transmitiendo ese pesar a los que están a nuestro alrededor.
Tomemos la firme decisión de reconocer que necesitamos la ayuda divina de Dios y comenzamos el camino de la transformación para ser personas libres sin ataduras, sin depender de otras personas y cosas para ser feliz, esta salvación que Jesucristo nos ofrece esta a nuestro alcance hoy y siempre y cuando estemos con vida. Por eso invito a que vayamos humildemente a los pies de Cristo, rindiendo, consagrando nuestra vida en sus manos, porque allí estará segura, teniendo así una vida en la abundancia. Esto es lo que seguiré proclamando al mundo, porque ¡Jesucristo está vivo!


Deja de ser el dios de tu vida, doblega y entrega tu vida a Jesucristo para que El sea el Dios de tu vida, El tomará las riendas y sabrá dirigirla mejor que tú...amén.


Hoy hago un llamado especial a la generosidad, porque todo lo que El Sembrador ha logrado hacer por el bien de la humanidad, a través de la evangelización, misiones, de la televisión, radio, Internet y otros medios, ha necesitado de ustedes fieles sembradores, que han permanecido a nuestro lado por siempre.


Hoy, en estos tiempos difíciles, necesitamos de usted para continuar haciendo la obra de Dios. En la sagrada escritura, encontramos un pasaje hermoso que nos recuerda lo que Dios hace por nosotros cuando somos generosos:
“Da ofrenda según tus posibilidades. Si tienes mucho, da mucho; si tienes poco, no te dé miedo dar limosna de ese poco. Haciéndolo así estarás ahorrando un tesoro precioso que te servirá cuando pases necesidad”. (Tobit 4, 8:9).


Doy gracias a Dios y a todos ustedes que generosamente nos ayudan de manera permanente, porque sin su aporte, sería muy difícil continuar esta obra de evangelización que el Señor bendice.


Eternamente agradecido con ustedes, aprovecho para quedar como su amigo y servidor en Jesucristo y nuestra bella madre, Santa María de Guadalupe.



NOEL DIAZ






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