Cartas del mes 2009


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Septiembre

Septiembre 2009



HA LLEGADO LA SALVACION A ESTA CASA




Con gran gozo escribo esta carta para cada uno de ustedes, ya que puedo decir sin duda alguna y desde lo más profundo de mi corazón:
“que hemos visto la gloria de Dios”, afirmándolo de la misma maneracomo lo dijeron los que fueron testigos y vieron el poder de Jesucristo.


En el recién pasado congreso de católicos unidos en la fe, tuvimos la gran dicha de haber visto la arena deportiva de Los Ángeles, llena de mujeres y hombres recibiendo y compartiendo de las delicias del Señor. Dios estuvo grandioso con nosotros, de verdad que si y no solo con aquellos que estuvimos allí presentes, sino también los millones de personas que pudieron seguir la señal de televisión en la mayoría de países del continente y asimismo por medio de las ondas radiales, pues tuvimos oportunidad de transmitirlo en directo y poner en práctica toda nuestra tecnología a favor de nuestra iglesia católica. Bendito sea Dios.


Hubo miles de corazones transformados por la gracia de Dios. Cada uno de nuestros invitados fueron realmente instrumentos del Señor y aún más que instrumentos, pues nos mostraron el rostro divino de Cristo. Tuvimos oportunidad de apreciar al Excelentísimo Cardenal Oscar Rodríguez Maradiaga de Honduras, quien nos sorprendió según mi humilde opinión, a todos, por su sencillez y su forma de comunicar la Buena Nueva de Jesucristo, aparte de mostrarnos su talento musical al transmitirnos el gozo del Señor.
gran noticia difundida a todos los presentes y a quienes estaban pendientes de nuestra transmisión, que ilumino con júbilo y trajo una gran luz de esperanza a quienes lo escucharon,fue cuando les comunique que el Señor en su bondad infinita, nos daba la gracia de abrir un canal de televisión digital con señal abierta, que podrá verse en los Condados de Los Ángeles, Orange County, San Bernardino, Riverside y Ventura. Esta noticia causo sorpresa y mucha alegría a todos los que en su oportunidad la recibieron. Doy gracias a Dios por su bondad y generosidad infinitas.


la gran noticiaes un hecho y ya han sido miles de llamadas que hemos recibido de personas que con lágrimas nos agradecen por este regalo, entre los que se cuentan muchos enfermitos y gente de la tercera edad que ya no pueden salir de sus casas y quienes ahora pueden participar de la misa diaria, del Santo Rosario, de la hora de Misericordia, atender, escuchar y ver las predicaciones y demás programas católicos las 24 horas del día los 7 días de la semana. La gloria sea dada a Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo y a la intercesión de Santa María de Guadalupe, nuestra santa madre.


Hoy puedo decir que la salvación llego a muchos corazones y de ello yo soy un testigo más. Al finalizar el congreso, era muy fácil palpar en el ambiente, la alegría de haber encontrado al Resucitado y todos iban de regreso a sus casas con una sonrisa, contentos, muchos subiendo a sus autobuses cantando, y todo porque se percibía que el mismo Señor nos había venido a visitar, tal y como nos narra el evangelio en la maravillosa historia de amor de un hombre llamado Zaqueo, persona que también pudo ser testigo de la misericordia de Dios. Nos dice el santo evangelio de San Lucas:
“Jesús entró en Jericó y comenzó a atravesar la ciudad. Vivía allí un hombre rico llamado Zaqueo, jefe de los que cobraban impuestos en Roma. Este quería conocer a Jesús, pero no conseguía verlo porque había mucha gente y Zaqueo era pequeño de estatura. Por eso corrió adelante y, para alcanzar a verlo, se subió a un árbol cerca de donde Jesús tenía que pasar. Cuando Jesús pasaba por allí, miró hacia arriba y le dijo: -Zaqueo, baja en seguida, porque hoy tengo que quedarme en tu casa. Zaqueo bajó de aprisa, y con gusto recibió a Jesús. Al ver esto, todos comenzaron a criticar a Jesús, diciendo que había ido a quedarse en la casa de un pecador. Zaqueo se levantó entonces y le dijo al Señor: “-Mira, Señor, voy a dar a los pobres la mitad de todo lo que tengo; y si le he robado a alguien, le devolveré cuatro veces más.” Jesús le dijo:“Hoy ha llegado la salvación a esta casa, porque este hombre también es descendiente de Abraham. Pues el Hijo del hombre ha venido a buscar y salvar lo que se había perdido.” (Lc. 19, 1-10).


Se muy bien que esta historia es muy común para muchos, sin embargo cada vez que la leemos, podemos descubrir algo nuevo. Zaqueo representa a todos aquellos que en un momento de su vida, se acercaron a Jesús solo por curiosidad o con una gran necesidad interior, pero sin querer mostrarla a los demás. Desde arriba del árbol se pueden ver muchas cosas. Puede ser que usted mismo se encuentre hoy arriba del árbol, solo viendo de lejos a Dios, con dudas , temores, culpabilidad, coraje, con baja auto estima, con un vacío en su corazón, juzgado por los demás como una persona que no cuenta con una buena reputación, tal como era el caso de Zaqueo.


Jesús por otro lado, va rodeado de una multitud, sin embargo, El puede ver más allá de las apariencias y más que todo, ve el corazón de cada hombre y de cada mujer. No obstante la multitud, Jesús dirigió su mirada a aquel personaje que estaba arriba del árbol y le llamo por su nombre para que se bajara. Eso es precisamente lo que hace Jesús con cada uno de nosotros. Nos ve, nos llama para descender del lugar en donde estamos y una vez que le atendemos nos invita a ascender a su altura.


Zaqueo obedece al llamado de Jesús. Es eso precisamente lo que el Señor quiere de usted y de mí, que le atendamos, que le prestemos atención y bajemos acudiendo a su llamado. No siempre descender es signo de derrota, el misterio de la vida encierra muchas cosas detrás de las veces que tenemos que descender, pues también es como un medio para luego ascender. Recordemos como Jesucristo mismo, murió y descendió a los infiernos y después resucitó, y glorioso ascendió a los cielos, según nos dice la Sagrada Escritura.


Hay que dejar el egoísmo y el orgullo que sentimos muchas veces cuando pensamos que no necesitamos de nadie…, ni siquiera de Dios. Debemos asumir una actitud humilde y abrirnos a la necesidad que tenemos de buscar la presencia de Jesús. Sin embargo en la mayoría de las ocasiones es el mismo Señor quien toma la iniciativa y espera de nosotros una respuesta. En el caso de la historia que nos ocupa, es Jesús quien se da por invitado para ir a la casa de Zaqueo. Es así como el Señor lo hace con cada quien. El quiere tener una conversación, quiere intimidad, comunión y algo más personal. Zaqueo no desaprovecho esa oportunidad. ¡Ojala que tu tampoco!. Los demás critican a Jesús por que va a visitar la casa de un pecador. Los cobradores de impuestos robaban al pueblo y por eso tenían mala fama, sin embargo Jesús demuestra que por los pecadores vino y dio voluntariamente su vida.


Zaqueo muestra al mundo los frutos de la visita de Jesús a su casa. El Señor le ha tocado en lo más profundo de su corazón y le dice arrepentido:
“-Mira, Señor, voy a dar a los pobres la mitad de todo lo que tengo; y si le he robado a alguien, le devolveré cuatro veces más.” Jesús ante esa actitud de cambio de Zaqueo le dijo: “-Hoy ha llegado la salvación a esta casa, porque este hombre también es descendiente de Abraham. Pues el Hijo del hombre ha venido a buscar y salvar lo que se había perdido.” (Lc. 19, 8-10). En esta bella historia nos vemos reflejados tu y yo.., ¿no es cierto?


Para mis queridos hermanos que están privados de su libertad y se encuentran recluidos en las cárceles, y que mensualmente reciben esta carta, les digo cariñosamente el día de hoy:
¡ánimo hermanos!Me he enterado que cada día son muchos más los que esperan esta carta cada mes en su celda. Yo te animo para que dejes a Jesucristo entrar a tu casa, que es tu corazón. El Señor solamente desea que conozcas cuan grande es su amor y su perdón para ti como fue para Zaqueo. Todos somos pecadores, pero su amor es más grande que nuestro pecado.


Oremos:
“Ven Señor Jesús y visita mi casa. Permíteme que con el poder de tu Espíritu, tome la iniciativa de bajar de mi árbol de la vida y me ponga frente a ti, sin miedo, sin temor, para sentir tu presencia. Dame tu abundante misericordia y ayúdame a entregarme a ti, una vez que reciba tu perdón. Hoy deseo comenzar a enmendar mi vida y caminar junto a ti, en tus caminos. Sálvame Jesús por el poder de tu amor. AMEN.”
la bendición de Dios Padre, Dios Hijo, y Dios Espíritu Santo se continúe derramando abundantemente en usted y su familia, junto al gozo de la presencia de Santa María de Guadalupe, Madre del Salvador y Madre nuestra.



NOEL DIAZ








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