Junio 2020 - Las Buenas Nuevas

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2020


 
¡PENTECOSTÉS ES PODER PARA EL QUE CREE!


Cuando meditamos en lo que sucedió antes del día de Pentecostés, al inicio de la era cristina, recordamos a los apóstoles, quienes vivían con el temor de morir, como su Maestro Jesús y con la culpabilidad de saber que lo abandonaron cuando Él más los necesitaba. El miedo los hizo permanecer ocultos, cerrando sus puertas, lo cual no detuvo a Jesús quien entró y les dijo: “Shalom” que significa; “La paz este con ustedes” (Juan 20,19). Lo mismo sucede hoy, aunque nosotros le cerramos las puertas a Dios, Él siempre nos espera y está deseando entrar en nuestras vidas.

Estoy seguro que nadie imaginó, que por esta pandemia, la mayoría viviríamos la Semana Santa y la Pascua, con las puertas cerradas, pero hoy, al igual que en las vísperas de Pentecostés, Jesús entró a millones de hogares, por los diversos medios de comunicación, como son la televisión, la radio o las redes sociales lo que nos permitió vivir cada celebración, pese al cierre de las parroquias, cabe señalar que la Iglesia como cuerpo de Cristo no cerró sus puertas. Hoy más que nunca doy gracias a Dios, por que ha permitido que nuestros medios sean un canal de bendición, como quizá no habíamos imaginado, llevando la esperanza a millones de hermanos, a través de la Santa Misa, el rezo del Rosario, la adoración a Jesús Eucaristía, los mensajes que recibimos de su Santidad el Papa Francisco y de gran número de Obispos y Sacerdotes de nuestra Iglesia. ESNE se ha caracterizado por difundir la Buena Nueva y ser un consuelo para el corazón en medio de tantas malas noticias. También debemos valorar que ha sido un tiempo de gracia, en el que ha habido más comunicación entre las familias, más tiempo para compartir, nos hemos humanizado más al ser conscientes de nuestra fragilidad, nuestra escala de prioridades han cambiado, ahora apreciamos más las cosas que son realmente importantes.

Sin duda alguna miles de personas han despertado a la fe, han acudido a Dios, ahora valoramos más el poder recibir los Sacramentos, hemos reafirmado nuestro deber como hijos e hijas de Dios en el servicio a los demás. En medio del dolor y la incertidumbre cabe resaltar que cada día hay miles de Héroes Santos que arriesgan su vida por servir al prójimo incluso hay quienes la han perdido cumpliendo esa vocación a la que todos fuimos llamados.

Este 31 de mayo celebramos la Fiesta de Pentecostés, que marcó el nacimiento de nuestra Iglesia hace más de dos mil años. Una celebración que hoy es muy diferente, con un toque de nostalgia, pero también de triunfo, porque la Iglesia Católica en todo este tiempo ha prevalecido.

El Sucesor  del apóstol Pedro, nuestro querido Papa Francisco suplicante, ha estado pendiente y pese al sufrimiento manifestado en su rostro, no ha dejado de llevar la esperanza a su pueblo en cada homilia.  Esto me enseña la fidelidad al servicio y me ha retado, no solo a seguir con nuestra misión, sino a ir “mar adentro” como lo diría, San Juan Pablo II. Atender el llamado a vivir con objetivo. Los discípulos estaban totalmente desconcertados, después de la muerte de Jesús, si los evangelistas pudiesen haber dado una reseña de todo lo que paso por sus mentes mientras Jesús era crucificado, que importante sería saber que sentían. Era tanto su dolor que no les creyeron a las mujeres que fueron al sepulcro esa mañana. A veces nuestro sufrimiento es tan grande que no nos permite creer en algo bueno que puede ser una respuesta  a nuestro dolor. Así como los discípulos de Emaús, que no reconocieron a Jesús que iba caminando con ellos, en ocasiones nos sucede lo mismo.

Todo el dolor que padecieron los creyentes, en el tiempo de Jesús, es un ejemplo de que en la vida hay sufrimientos, como el de  aquí y ahora y aunque hay incertidumbre por el futuro, de igual forma que los apóstoles, que vivieron noches oscuras, pudieron ver la luz de un nuevo día, porque Jesús había resucitado y al aparecérseles les estaba manifestando que, a pesar de todo, los seguía amando, igual que a cada uno de nosotros, que aunque le hayamos fallado, el nos perdona si acudimos a Él.



Aunque todo vuelve a la normalidad hay una gran diferencia: el Señor ha vencido la muerte y con ello ha redimido a los pecadores. Jesús les pide que se queden en Jerusalén porque se cumplirá la promesa que les había anunciado: El Espíritu Santo descendería sobre ellos y les daría el poder para ejercer la vocación a la que Él les llamó. Dice la Escritura que ese día estaban reunidos y con ellos también La Santísima Virgen María como testigo del nacimiento de la iglesia de la cual su Hijo era la cabeza.“Y todos quedaron llenos del Espíritu Santo” Hechos 2,4… estas palabras lo encierran todo, porque quedaron LLENOS DE UN PODER, NO DE HUMANOS SINO DE DIOS. Pentecostés se debe vivir cada día de nuestras vidas! esa el la mejor forma de celebrar. Hoy podemos ser testigos de un Nuevo Pentecostés en la medida en que creemos que es tiempo de EVANGELIZAR de llevar a CRISTO y de hacerle saber al mundo que Él los ama, como lo dice en la escritura: «Tanto amó Dios al mundo, que no dudó en entregarle a su Hijo único, para que todo el que crea en él no perezca, sino tenga vida eterna » (Juan 3,16).Al igual que  María nuestra Madre, quien desea abrazar a cada uno de sus hijos que sufren de temor, enfermedad o soledad. Es importante que reflexiones que ocurrió después de Pentecostés, ¡TODOS SALIERON! Y aunque los problemas continuaban y sus vidas aún corrían peligro, pudo más el PODER DE LO ALTO que los TRANSFORMÓ y sus miedos desaparecieron, hasta el de perder la vida, porque sabían que Jesús había vencido a la muerte a y su misión apenas comenzaba!

Mi querida hermana y hermano, hoy yo te digo, !!JESÚS YA RESUCITÓ!! El Espíritu Santo llegó y está en dentro de ti, No vivamos con temor, sino en Amor, y entregándonos  por completo a Él y usando los talentos que nos dio, tal como lo hemos aprendido de nuestra Madre Maria, la humilde  Doncella del Señor.

Ven Espíritu Santo y llena el corazón de quien lee esta carta, así como fueron llenos los primeros cristianos, ahora lléname a mí de ese Poder para vencer y ser testigo del Resucitado sin temer a la muerte. Ven Espíritu Santo, huésped de mi alma y actúa en mí conforme la voluntad del Padre y del Hijo. Amén.

Aprovecho esta oportunidad para agradecer a todo el equipo de servidores de el Apostolado ESNE, que en medio de esta pandemia, no hemos dejado de servir desinteresadamente como lo venimos haciendo por mas 35 años y en este tiempo con un mayor esfuerzo para llevarles por estos medios la fe y la esperanza.

Pudimos atender miles de llamadas pidiéndonos oración, se hicieron nuevos programas para que la audiencia, se sintiera acompañada. Y aunque se tomaron las medidas de salud no dejábamos de estar en riesgo, pero por el gran amor a nuestra vocación se hizo y se seguirá haciendo lo necesario, como les he dicho antes, ESTE ES TIEMPO DE EVANGELIZAR es tiempo de Gracia porque Cristo quiere reinar en nuestros corazones.

También quiero reconocer otros Héroes de Generosidad que son TODOS los que siembran su Semilla y  que en este tiempo no han dejado de donar para que esta lámpara de los diferentes medios, no se apague y sea la luz, que Dios nos ha dado para llevar la Buena Nueva. MIL GRACIAS hoy más nunca por esta obra que, sin ninguna duda es de Dios. Como voluntario que soy de ESNE también doy gracias a mi esposa Sara y mi familia por apoyarme en estos tiempos que tenia y tengo que salir  a servir. GRACIAS SEMBRADORAS Y SEMBRADORES Dios les multiplicará siempre.



Que el Espíritu Santo mantenga viva la llama de la fe, la esperanza y el amor, en la dulce compañía de nuestra siempre bien amada la virgen María.

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