Carta del mes

“MARÍA ES PROVIDA AL ACEPTAR SER LA MADRE DEL NIÑO JESÚS”

 

El origen de la palabra Navidad viene de nacimiento, nacer. Es la festividad número uno y más celebrada a nivel mundial. La verdadera razón de la celebración es que el Salvador de la humanidad haya venido a este mundo y naciera de la Virgen María, quien valientemente dio su SÍ y dio a luz a su unigénito para que se cumpliera el plan salvífico de Dios. La Navidad, por lo tanto, también debería ser la celebración de la vida y de todas las mujeres que, como María, dan un sí a la vida de esa criatura que se forma en su vientre. Gracias al Fiat de María, «La Palabra se hizo carne y habitó entre nosotros.» (cf. Juan 1,14) para la redención del mundo.

Hoy tristemente millones celebran la Navidad, pero están a favor del aborto y no a favor de la vida. Más triste aún es darnos cuenta de que haya católicos a favor del aborto, pues eso significa que están a favor de la muerte de criaturas inocentes bajo la excusa de que las mujeres “deben tener libertad sobre su cuerpo” y estoy de acuerdo sino se tratara de que la vida que se está formando en su vientre ya es otra vida humana y como tal debe ser respetada y no destruida. Nosotros debemos respetar y proteger la vida desde su concepción hasta la muerte natural como nos lo dice la Iglesia en el Catecismo numeral 2319: «Toda vida humana, desde el momento de la concepción hasta la muerte, es sagrada, pues la persona humana ha sido amada por sí misma a imagen y semejanza del Dios vivo y santo

Mi historia es real. Me contaba mi madre que ella siendo una mujer separada de su marido ya por muchos años, fue víctima de violencia doméstica y esto la impulsó a moverse al norte de México, un día después de salir de su trabajo ya estando en Tijuana, fue a visitar a su mejor amiga, Eloísa, que vivía con su esposo y su cuñado José, quien era ya un hombre mayor pero soltero y después de cenar se tomaron unas copas. Dijo mi madre que al día siguiente despertó al lado de José, el cuñado de Eloísa, al verlo ahí solo mira a don José y le dice: “entre usted y yo no hay nada, solo perdóneme, pero olvídese de esto que pasó porque yo soy una mujer casada, aunque estoy separada desde hace muchos años”.

Pasaron las semanas y empezó a sentirse rara, para su gran sorpresa, se da cuenta de que había quedado embarazada esa noche. Ella, nacida en Colima al sur de México y ahora sola viviendo en el norte del país en Tijuana, sin ningún familiar con el que pudiera contar más que su amiga Eloísa. A medida que avanzaban los meses de su embarazo, le tocó escuchar a personas que le decían que debería abortar, argumentando que “para qué traer a una criatura así, sin una estabilidad y en medio de la pobreza en que vivía”.

Las cosas no estaban como están hoy, no existía la legalización del aborto antes debía hacerse clandestinamente. Doy gracias a Dios que mi madre entendió que era una vida la que estaba en su vientre y se negó a las propuestas de abortarme, porque si hubiese escuchado a esas personas, yo no hubiese nacido. Nací un día viernes a las 3:00 pm la hora de la Divina Misericordia. ¿Y cómo se de este detalle? mi madre me contó que ella escuchaba un programa radial que iniciaba a las 3:00 pm con una canción ranchera y que cuando llegó la partera a su casita de cartón para asistirla, justo cuando escuchó mi primer llanto, supo que eran las 3 de la tarde porque al fondo escuchó la ranchera con la que daba inicio ese programa.

Hoy vivimos tiempos muy dolorosos en donde mueren millones de niños por el aborto y no puedo entender cómo pueden haber “católicos” de nombre o cristianos no católicos que estén a favor de este genocidio, eso no es ser cristiano.

La Virgen María es nuestro modelo del «SÍ» a aceptar y recibir la vida. La Navidad debe ser una celebración de la vida. Ella aceptó ser madre a pesar de lo que esto le podía costar según las leyes y costumbres de ese momento. Enfrentó pruebas e incomprensiones, peor aún, cuando llegó el día del parto no tenía un lugar donde poder dar a luz a su hijo. Sin embargo, ella nunca renegó de su misión, de su sí a Dios.

Llegó el momento y él bebe nació en un pesebre, y a pesar de esto ella estaba feliz junto a su esposo San José, y no permitieron que la pobreza y los obstáculos les impidieran ver la gloria de Dios en semejante acontecimiento. Lo más hermoso de todo esto es lo que nos dice San Lucas de nuestra Madre: «Pero María conservaba y meditaba todo en su corazón.» (Lucas 2,19) o sea, ella vivía en su corazón los momentos felices como el nacimiento de nuestro Señor Jesús.

En este tiempo de Adviento pidamos con mucha fe por las mujeres embarazadas y para que esta generación cambie su forma de pensar y se convierta en la ‘Generación Provida’ y no se continúe dando muerte a los inocentes. Roguemos a Dios esta gracia por medio de la Virgen María, modelo del Amor a la vida. Amén.

Doy gracias a Dios y pido por todas las madres que han dicho Sí a la vida.

Agradezco a cada persona que ha contribuido con sus oraciones y ofrendas para que ESNE siga llevando la buena noticia al mundo, pues sin su ayuda no estaríamos llegando a millones de personas en tantos países. Es un milagro para mi ver que como migrantes no nos dejamos llevar o deslumbrar solo por lo material, sino que hemos descubierto que servir al prójimo es una maravillosa bendición de parte de Dios.

Hace un par de meses que estuve conversando personalmente con el Papa Francisco y me dijo que siguiéramos «trabajando con ánimo y fe, sembrando la buena semilla» y les envió su bendición, que ahora hago llegar a todos y cada uno de ustedes. Me uno a esa bendición que nos envía el Santo Padre con mi deseo para que usted y su familia perseveren en la fe y la esperanza en este próximo Año Nuevo y que aun en medio de las luchas sigan confiando y escuchando la voz del Señor que nos llevará a verdes prados y aguas tranquilas. (cf. Salmo 23, 1)

Espero que las mujeres se preparen para este próximo Metanoia el 4 y 5 de febrero ya que será una muy buena forma de iniciar un nuevo año con la bendición y la fuerza de Dios. ¡Las esperamos!
Con amor les deseo Feliz Navidad y que el Niño Jesús traiga paz y gozo a sus corazones y la Santísima Virgen María y San José intercedan por ustedes y sus familias.

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