HAY MÁS ALEGRÍA EN DAR QUE EN RECIBIR

 

Es muy urgente para mí hacer saber lo siguiente a cada uno de los que lee o escucha este mensaje que ahora comparto: Soy consciente de que hoy miles de personas viven al día; peor aún, hay muchas personas a las que siempre les hace falta algo y siempre están en deudas. Sin duda alguna, si no escuchamos lo que Dios nos dice y no le creemos, pues no ponemos en práctica su mensaje, caeremos fácilmente en la escasez; por el contrario, si aplicamos lo que Él nos dice en su Palabra, entonces viviremos bajo sus promesas y nada nos hará falta. Mejor todavía, no solo tendremos lo necesario para vivir, sino más de lo que necesitamos. Como voluntario en mis 40 años de servicio aplicando con esfuerzo su Palabra, doy testimonio de que en esto radica el secreto para una vida abundante: ponerla en práctica y creerla de verdad. ¡Su Palabra nos da vida y vida en abundancia! (cf. Juan 10,10).

En este año jubilar, la Puerta Santa se abre para entrar a vivir el gozo del amor de Dios, experimentar su Misericordia y vivir en esperanza como resultado de la generosidad de Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo. Me dirijo a tres grupos de personas:
1. Quienes aplican el Evangelio en su vida práctica; no les falta lo necesario y, por su generosidad al compartir de lo que Dios les ha dado, siguen recibiendo más de lo que dan. 2. Los que no escuchan la voz de Jesús y viven de acuerdo a lo que ellos creen; por lo general, siempre les falta algo en sus vidas. 3. A aquellos que valoran cada día de sus vidas y lo que Dios les da. Al estar conscientes de quiénes son y quién es Jesús, dan hasta que les duele, reconociendo que la abundancia más grande es tener al Señor en su vida; así, entre más generosos son, más abundancia vendrá.

La palabra “jubileo” viene del hebreo yobel, un sonido típico que emite el cuerno de los machos cabríos, usado para anunciar el inicio de un año especial que posteriormente se llamó Jubileo. En sí, lo que está detrás de esta acción es que el sonido representa una buena noticia: es un tiempo de felicidad, de despojarnos de aquello que nos tiene presos; es tiempo de saldar las cuentas, deudas, e ir a la fuente de la misericordia para ser perdonados. Es un tiempo como en el Antiguo Testamento, donde a los pobres de esa época se les daba lo que necesitaban para vivir de quienes tenían mejor calidad de vida y abundancia material. Era el tiempo de la GENEROSIDAD, tanto de los ricos como de los pobres, dispuestos a dar algo más de lo común para experimentar ese gozo del jubileo. Jesús dijo una verdad que hoy es muy ignorada: «Hay más alegría en dar que en recibir» (cf. Hechos 20, 35).

En lo personal, le confieso que antes del nuevo año sentí que Jesús me pidió algo más de lo que vengo dando, ofreciendo mis tres T’s: TIEMPO, TALENTO Y TESORO. Esto es algo de lo que he venido compartiendo y quiero seguir compartiéndolo por la gran importancia que tiene el poner en práctica este secreto de vida abundante. Él me pide más en las tres áreas por las necesidades que hoy hay en el mundo: guerras, violencia, adicciones, suicidios, abusos, discriminación, pobreza, abortos, enfermedades, ambición, codicia, egoísmo, etc. Todo esto tiene a millones de personas caminando hacia la destrucción de sus almas por vivir lejos del amor y la misericordia de Dios. Por este motivo, la Iglesia hace el llamado a aquellos que van por el camino de la muerte a retomar el camino de la vida, y el llamado para quienes ya hemos tenido un encuentro con Jesús es para que “demos más y más hasta que duela”, como lo dijo la Madre Santa Teresa de Calcuta. De mi parte, le dije “sí” al Señor: que lucharé por cumplir su llamado a dar MÁS, y en eso estoy, dando más tiempo, usando los talentos que Él me dio e incluso siendo más generoso económicamente con mis ofrendas, hasta que me duela.

Esta obra que Dios me permitió iniciar hace 40 años no es obra mía, sin duda. Más bien, cada año me confirma el Señor que es su obra y de esto ya les he compartido alguna parte; pero el Papa Francisco, en esa última audiencia que tuvimos en Roma, me lo reconfirmó cuando dijo:
“Me llama la atención la mirada de fe que él tiene. La entrega a la Providencia. Y así empezó ESNE. Así empezó ese sueño, que es posible y continúa gracias a la dedicación de esta comunidad de comunicadores, de ustedes que están aquí y de tantos otros colaboradores”.

Al escuchar sus palabras ese día, salí más comprometido a dar aún más para mostrarle a Dios Padre que le estoy sumamente agradecido por enviar a su Hijo para salvarnos de caer en el abismo eterno. Somos llamados a ser profetas, a llevar la Buena Noticia, pero también a colaborar para que ninguna alma se pierda y todas se salven; esta es nuestra misión.

A mí me duele saber que mucha gente antes daba sus ofrendas para apoyar esta obra, que reitero, es de Dios, y dejaron de hacerlo aun pudiendo hacerlo; otros tantos, miles que pueden dar más, no le responden al Señor con agradecimiento. Mis oraciones son para quienes sí quisieran dar su ofrenda, pero están pasando una crisis que no les permite hacerlo. Ruego para que mi Dios les saque adelante y también pido por quienes sí pueden ofrendar que lo hagan y experimenten la veracidad de las palabras de Jesús de que “hay más alegría en dar que en recibir”.

Por otro lado, quiero decirles que me informaron de una de nuestras señales de TV y una estación de radio que no están siendo respaldadas económicamente por los oyentes y, debido a esto, nos veremos forzados penosamente a cerrar ese canal y esa radio. Esto me conmueve, sabiendo que todos gastamos en tantas cosas, pero cuando se trata de apoyar instrumentos como estos, que pueden salvar literalmente vidas, familias y miles de almas para que no se pierdan, se tengan que cerrar por falta de apoyo.

Gracias a usted por su generosidad al sembrar sus semillas de amor. Dios le multiplicará, sin duda. Gracias por participar en la Jornada que se llevará a cabo este mes, del 5 al 19 de febrero, porque sin estas Jornadas no podríamos mantener la expansión de llevar la Buena Nueva de salvación a los confines de la tierra.

Que en este Año del Jubileo vivamos la experiencia de “dar hasta que nos duela”, como lo dijo la Madre Teresa. La Puerta Santa se abrió para entrar y vivir la fe, esperanza y amor. ¡Eso es vida! Insisto: yo lucharé por hacer más que otros años. Aunque tenga mi propio trabajo y mi familia, ellos y yo serviremos al Señor, como lo dijo Josué: «Y si no están dispuestos a servir al Señor, elijan hoy a quién quieren servir: a los dioses que sirvieron sus padres al otro lado del río o a los dioses de los amorreos en cuyo país habitan, que yo y mi familia serviremos al Señor». (Josué 24, 15).

Más adelante le compartiré algo más que Dios Padre está poniendo en mi corazón para que veamos más su gloria manifestada en nuestras vidas. Este año le sigo invitando para que viva los 33 días de consagración a Jesucristo desde su casa, de forma virtual. Lo experimentará y será un discípulo/a 73. Comuníquese al 818 745 4398 en EE.UU. o en México al +52 33 1487 6681, o escríbanos al correo electrónico info@soy73.com, y uno de nuestros hermanos les atenderá para apoyarle en su registro y vivencia como discípulo 73.

Y que Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo bendigan tu camino y el de tu familia, bajo la protección maternal de nuestra Madre Santísima, la Virgen María.

Su amigo y servidor,

Noel Díaz

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