¡Diles que salgan de las cuevas!... Estas fueron las palabras que dijo el Papa Francisco, cuando le pedí que diera un mensaje para nuestro apostolado y al mismo tiempo fue una de sus peticiones. Quiero manifestarles que doy gracias a Dios y a cada uno de ustedes, quienes se unieron en oración, para que yo fuera un peregrino más junto con el Papa Francisco durante su viaje a Cuba y México, lo cual fue para mí, una gran experiencia de la misericordia de Dios en toda extensión de la palabra, sobre todo por lo manifestado por algunos noticieros: “A 11 mil metros de altura el Papa Francisco se deja lustrar los zapatos”. Así dijeron algunos de los encabezados que corrieron la noticia al mundo.

Yo nunca imagine la repercusión que este acto tendría alrededor del mundo, sin embargo, Dios tiene sus caminos y en este caso, me permitió representar a millones de trabajadores que día a día, salen a laborar en trabajos humildes, como los que lustran o bolean zapatos, los vendedores ambulantes, quienes realizan trabajos en el campo, en la construcción, etc., y que llevan honradamente el pan a sus mesas. Aquellos emigrantes que lejos de sus familias, luchan y sufren discriminación y que nunca serán noticia. Es por eso que pedí al Papa que rogara a Dios por ellos. Asimismo, tuve la oportunidad de contarle mi historia, de que siendo un niño de 7-8 años de edad, al ver que mi mamá no tenía dinero suficiente para comprarme el traje para hacer la primera comunión, tome un cajón para lustrar zapatos y salí a la calle para hacer mi trabajo y reunir el dinero suficiente para comprar mi traje y realizar mi sueño de hacer la primera comunión, lo cual logré realizar. Esta experiencia personal llevada a cabo a tan temprana edad, fue lo que me motivo a obsequiarle al Papa, una réplica simbólica de una actividad que todavía existe en nuestros países. 

Todas las personas a quienes les consulté en Roma sobre lo que pretendía regalarle al Papa y mi intención de pedirle que me permitiera lustrar sus zapatos, (entre ellos algunos sacerdotes), manifestaron que el regalo era original, bonito y simbólico, pero que difícilmente él permitiría que se le lustraran los zapatos, conociendo que es un hombre muy humilde y menos teniendo enfrente a tantos reporteros. Tuve la bendición de conocer al Padre Guillermo Ortiz, Director de Radio Vaticano en Español, persona que también haría el viaje acompañando al Santo Padre. Conversé con él en el aeropuerto antes de iniciar el viaje y salió en la conversación lo que pensaba decirle al Papa cuando tuviera oportunidad de saludarlo y le informé sobre mi intención de regalarle un cajón de lustrabotas, tal y como le dicen en su país, Argentina. El Padre Guillermo se conmovió cuando le platique de mi experiencia acerca de mi primera comunión y me dijo: “El Papa debe escucharte”. Me sorprendí al ver que me lo dijo conmovido y con autoridad. Ante tal situación, le dije que creía que no habría mucho tiempo para hacer lo que yo pensaba, pues también tenía otras cosas que pedirle y sería mal de mi parte, tomar ventaja y me insistió diciendo: “Yo tengo que hablar con el Papa por otros asuntos y como es mi amigo desde antes que fuera Obispo, le diré que en el avión viene un lustrabotas y que te escuche”. ¡¡Wow!!

Como ustedes comprenderán, esta situación no estaba planeada por nadie, sino por Dios para que así se diera. Yo ignoraba que el Padre Guillermo, era amigo del Papa desde Argentina. Así se dieron las cosas gracias a Dios. Cuando viajábamos en el avión, el Padre Guillermo me hizo una señal de aprobación y me dijo: “Ya está todo arreglado, sólo dile al Papa, soy el lustrabotas y él te va escuchar”. Así fue. Cuando llegó el momento y el Papa estaba frente a mí, me presenté diciéndole: Soy Noel Díaz del apostolado El Sembrador y se sonrió y extendió su mano e inmediatamente le dije: ¡el lustrabotas! Cuando dije esa palabra, abrió sus ojos con admiración y me dijo con una sonrisa: ¿Tu eres? Platícame tu historia. 

Fue así como tuve la oportunidad de conversar con él y al final le pedí sus oraciones por todos los emigrantes latinos que residen en USA y le solicité una bendición especial para todas aquellas personas que habían hecho peticiones para el Papa, así como también para toda la familia de El Sembrador y su audiencia en los medios de comunicación social y con gusto nos la concedió. Al finalizar, muchos compañeros de viaje se levantaron de sus asientos y vinieron a preguntarme por qué estuve tanto tiempo con él y hasta me había dejado lustrar sus zapatos. Y es que con nadie el Papa se había tomado el tiempo que estuvo conmigo. Además nunca en la historia a un Papa se le habían boleado (lustrado) los zapatos en público y en pleno vuelo. Esta ha sido una experiencia inolvidable y con ella se abre un nuevo capítulo en mi vida de servicio al Señor y al apostolado El Sembrador.

Cuando el Papa me encargó la expresión: ¡Diles que salgan de las cuevas! Más que un mensaje para todos nosotros, creo que es una misión que el Vicario de Cristo nos pide como apostolado, una misión similar a la que en su oportunidad, Jesús, dio a sus apóstoles y discípulos: “Vayan por todo el mundo y anuncien a todos la buena noticia” (Marcos 16, 15). Entonces, vale la pena preguntarse: ¿Cuál es el mensaje que se refiere a salir de las cuevas? El Papa Francisco en su libro “El verdadero poder es el servicio”, menciona un mensaje que en el año 2005 dirigió a los catequistas en Argentina y en el cual escribió lo siguiente: “Anímense a pensar la pastoral y la catequesis desde la periferia, desde aquellos que están más alejados, de los que habitualmente no concurren a la Parroquia. Ellos también están invitados a la Boda del Cordero. Hace unos años les decía en un EAC: ¡Salgan de las cuevas! Hoy se los repito: ¡Salgan de la sacristía, de la secretaría parroquial, de los salones VIP!, ¡salgan! Hagan presente la pastoral del atrio, de las puertas, de las casas, de la calle. No esperen, ¡salgan!”. El Papa nos pide ser parte activa del cuerpo de Cristo y formar parte de una labor de evangelización sin límites, saliendo de nuestras comodidades e indiferencias, pues son muchos los que necesitan conocer que hay una nueva esperanza de vida y que solo se encuentra en Jesucristo. Salir de las cuevas, representa ser instrumentos de comunión y hacer de nuestra iglesia, una casa para todos, en donde sobresalga la ternura de Dios ante las penosas situaciones de la vida.

Si creemos que Jesús ha resucitado, es importante imitar lo que hicieron los primeros creyentes luego de que Jesús les mostrara que había vencido la muerte. Jesús resucitó y lo hizo saliendo de la cueva de su sepulcro, lo hizo así, para mostrarnos que con él y en él, podemos salir de nuestras cuevas de dolor, sufrimiento, enfermedad, indiferencia, comodidad, etc., para ser testigos de su poder, amor y misericordia. Jesús dijo: “Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida” y además nos dice: “Entren por la puerta angosta. Porque la puerta y el camino que llevan a la perdición son anchos y espaciosos, y muchos entran por ellos; pero la puerta y el camino que llevan a la vida son angostos y difíciles, y pocos los encuentran.” (Mateo 7, 13-14).

Después de su resurrección, los primeros testigos no fueron los apóstoles, sino las mujeres. Dios le confió a la mujer ser la primera en saber la gran noticia de los acontecimientos de la salvación. El ángel Gabriel visitó a la Virgen María, y fue la primera en saber la llegada del Salvador. En la resurrección, fue María Magdalena quien tuvo el privilegio de saber que Jesús había resucitado. Dios ha puesto su confianza en la mujer y ha sido fundamental en la historia de la salvación. Yo he tenido oportunidad de ver cuántas familias se salvan por la perseverancia de la mujer que es fiel al Señor y gracias a ello, su pareja e hijos, se vuelven a Dios. Es por ello, que de una forma particular exhorto a las mujeres para que asistan a la Metanoia (Congreso) de La Mujer, los días 23 y 24 de Abril.

Creo oportuno pedirle a toda mujer, que salga de la cueva en que vive y nos ayude a anunciar a las demás que asistan a este evento en donde Jesús les llevará a su vida un fuego nuevo y una nueva alegría y felicidad. Todos estamos llamados a salir de la cueva de nuestros miedos, pereza, conformismo, resentimientos, etc., para vivir en la alegría de ser amados por el Padre de la Misericordia que nos ofrece su perdón, dejando por un lado la deuda de nuestras faltas, por los méritos de su Hijo Jesucristo, al derramar en la cruz, su bendita sangre.

Agradezco profundamente a Dios, porque el 3 de Abril, estaremos cumpliendo 32 años de haber iniciado nuestra tarea de anunciar a Cristo, y le doy gracias a usted, que con sus oraciones y ofrendas, nos ayudan a llevar la esperanza y la fe a millones de almas en el continente americano.

Estamos a dos meses de cumplir con un contrato para cambiar a un equipo HD, el cual tiene un costo de medio millón de dólares, y que es indispensable para llevar la señal de nuestros medios de comunicación a todos los países, y por esta razón, es que en este mes de aniversario, hemos incluido un sobre extra para pedirles, a quienes puedan dar una ofrenda especial, por favor lo hagan, pues es sumamente URGENTE cumplir con este contrato.

Asimismo, presento mi gratitud a todas aquellas personas que se unieron al Teleradioton. Tengan por seguro que Dios les suplirá en sus necesidades, tal y como lo prometió. Todos aquellos que generosamente siembran, cosechan en abundancia.

Les deseo felices pascuas de resurrección y que el amor de nuestro Señor Jesucristo, junto al de Santa María de Guadalupe, llegue a sus corazones con el poder del Espíritu Santo.

Noel Díaz

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