MI EXPERIENCIA DE UNA EPIFANÍA, MANIFESTACIÓN DEL ESPÍRITU SANTO

 

Hace unos meses atrás, un día jueves a eso de las 5 de la mañana, tuve una experiencia muy reveladora de parte del Espíritu Santo, la cual debo compartir con ustedes mis hermanos en la fe, porque para mí fue evidente que, si obedezco en realizar lo que se me presentó, lograré vivir más la plenitud a la que hemos sido llamados de parte de Dios.

Yo por lo general duermo bien, nunca he sufrido de insomnio, de no poder dormir por estar pensando en situaciones difíciles y esto es porque he aprendido a confiarle al Señor mi vida y las luchas a las que me enfrento. Así que ese día desperté a esa hora, sentí que fue algo inusual, fuera de lo normal, porque parecía que ya hubiese dormido como unas 10 horas. Fue hasta que abrí los ojos que me pregunté ¿qué me estaba pasando? y comencé a ver imágenes de mi familia, de mi trabajo, de mi apostolado, de mi persona y comencé a cuestionarme de dónde me venía todo esto hasta que, después de un rato comprendí que esto era del Espíritu Santo. Después de pasar por un momento de profundo discernimiento del para qué y porqué me venía todo esto y al cabo de varias horas, pude entender en parte qué significaba todo aquello que me había sido revelado. De estas horas de reflexión surgieron tres palabras con un gran significado y que se convirtieron para mí y para quien desee tener una visión más amplia de la vida, en la clave para poder alcanzar otros niveles para una vida mejor primeramente en lo espiritual y después en la parte humana y social; se las comparto a continuación:

La primera palabra que surgió fue ORDEN, de la cual encontramos significados como arreglar, organizar. ¿Cómo podía unir a las imágenes que veía esta palabra ‘orden’? La respuesta fue simple y me vino a través de otras preguntas que me hice: si miraste tu imagen como una foto, ¿está en orden tu relación con Dios o aún hay cosas que no lo están? En tu vida personal, ¿estás cuidando a tu cuerpo que es ‘el templo del Espíritu Santo’ como lo dice San Pablo? Estas fueron las respuestas: estará en orden si lo cuidas, si lo alimentas bien, si haces ejercicio, aunque sea caminar lo suficiente para que no se debilite. Si estas áreas están descuidadas, contrario al orden en que deben estar, lo que habrá es desorden en tu vida; así me quedó claro que pagarás un alto precio cuando las cosas están desordenadas en tu vida. Entendí que, el orden lo debía aplicar en todas las áreas de mi vida: trabajo, servicio en la parroquia, el matrimonio, los hijos, padres, es decir, a toda mi familia. Para lograr este orden, lo primero es hacer conciencia de lo que está desordenado, también aquí entra el pecado que es manifestación clara de desorden y una vez que podemos identificar las áreas a mejorar, pedir al Señor sabiduría y discernimiento como la pidió el rey Salomón a Dios. La necesidad de conversión es una señal para reconocer que estamos en desorden y cuando se da el encuentro con Dios, es tiempo de arrepentirnos e ir a Él como tantos que se acercaron a Jesús buscando el perdón. Juan Bautista bautizaba a los arrepentidos, y por medio de él los incorporaba en el ORDEN de la vida nueva del plan Dios.

En esta carta no lograré tocar las tres palabras, pero seguiré en las próximas cartas con más detalle. La palabra de hoy es clave y es, lo reitero, ¡ORDEN! Si leemos los primeros capítulos de la biblia, en Génesis vemos que al principio había un caos, un abismo, o sea, desorden: “Al principio Dios creó el cielo y la tierra. La tierra no tenía forma; las tinieblas cubrían el abismo. Y el soplo de Dios se movía sobre la superficie de las aguas.” (Gen. 1,1-2)

Aquí se nos narra que, ‘desde un principio, el Espíritu de Dios ya se movía sobre las aguas’, esto significa que allí en medio de ese caos estaba Dios y el primer día Dios dijo: ¡hágase la luz! Y aquí está la segunda palabra de las tres: PLAN. De esta palabra sabemos que derivan otras como: planificar, planear, planeación. Por lo tanto, en estos primeros capítulos del Génesis tenemos toda una enseñanza de vida, porque Dios, con cada día en que realizó la Creación, nos revela un plan maravilloso que tenía para los seres humanos.

Es muy importante que, si tenemos algún desorden, hagamos cuanto antes un plan para ordenarlo. Así nos lo mostró Dios Padre, quien en 6 días creo al hombre y a la mujer a su imagen y semejanza, los bendijo y les dio la misión de multiplicarse y tomar el dominio sobre la tierra y todas sus criaturas. El Espíritu Santo también está dentro de ti y está allí para que tú sepas que no estás solo para poner en orden el caos que pueda existir en tu vida, así como el espíritu de Dios se movía, así se mueve en ti, porque fuimos hechos a su imagen y semejanza. Dios no solamente nos dio un cuerpo sino un espíritu y con él nos podemos conectar y unirnos al Espíritu de Dios, al Espíritu Santo, a Jesús, es decir, a la Santísima Trinidad. Si ignoramos las cosas que están desordenadas y no hacemos un alto para realizar un plan, pagaremos las consecuencias y eso es algo que nuestro Padre Dios no desea, al contario, ya que sus mandamientos tienen que ver con el orden y si los obedecemos, experimentamos los frutos de una vida en orden.

Para el inicio de un nuevo año, ya tengo mis resoluciones y te invito a que te unas a este plan para que veamos las grandes bendiciones que Dios tiene para quien se esfuerza y lucha sin caer en el conformismo y en la pereza, pues eso es lo que te conduce al abismo. 

Quiero pedirle al Señor en este inicio de año por ti y tu familia, que juntos caminemos con toda confianza y fe en Jesús para poder llevar adelante ese orden tan anhelado en nuestras vidas y nuestros hogares. Que podamos vencer todo obstáculo que se interponga en el camino. Les animo y tengan presente que para nosotros son muy importantes cada uno de ustedes y son nuestra gran familia de Sembradores, a quienes nunca dejaremos de agradecerles por sostener este apostolado con sus oraciones y apoyo económico.

En este inicio de año quiero invitarlos a sumarse a la Consagración a Jesucristo, con el grupo que iniciará el próximo 23 de enero y que se realiza de forma virtual. Si alguno de ustedes desea más orientación o información sobre este gran proyecto de fe y encuentro YSE73 que aviva el llamado a ser católicos de compromiso evangelizador y misionero como un discípulo 73, no duden en comunicarse al 818 745 4398 en EE.UU. y en México al +52 33 1487 6681 o escríbanos al correo electrónico info@soy73.com y uno de nuestros hermanos les atenderá.

Les encomiendo al cobijo y protección de Nuestra Madre Santísima, y pido a nuestro Padre Dios que les colme de bendición y bien en esta próxima Epifanía de su Santísimo Hijo Nuestro Señor Jesucristo.

Su atento amigo y servidor,

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