Carta del mes

 

¡LA IGLESIA RENACERÁ!


Iniciamos un tiempo de Cuaresma más y vemos los tremendos resultados de lo que está pasando en el mundo y en nuestra Iglesia. Hay muchas voces que dicen lo que ven y lo que las estadísticas indican. Miles de católicos ya no están activos y dejaron de ser practicantes de su fe. Yo escucho a cientos de padres de familia decir: “Noel, ¿qué hago?  mi hijo, mi hija, ¡ya no cree en Dios, ya no quiere asistir a la iglesia!” Vemos muchas parroquias vacías y algunas llenas, pero solo en días festivos porque durante la semana solo unos pequeños grupos están reunidos, aunque son pocos y ¡cada vez más pocos!

Te comparto esto que dijo un día nuestro Papa Emérito Benedicto XVI: 
“Pronto tendremos sacerdotes reducidos al papel de trabajadores sociales y el mensaje de fe reducido a una visión política. Todo parecerá perdido, pero en el momento oportuno, precisamente en la fase más dramática de la crisis, la Iglesia renacerá. Será más pequeño, más pobre, casi en catacumba, pero también más santo. Porque ya no será la Iglesia de los que buscan agradar al mundo, sino la Iglesia de los fieles a Dios y su ley eterna. El renacimiento será obra de un pequeño remanente, aparentemente insignificante pero indomable, pasando por un proceso de purificación. Porque así es como obra Dios. Contra el mal, un pequeño rebaño resiste.”

Esto lo dijo en el año 1969, fue una profecía que estamos viendo cumplirse ahora, aunque aún falta ver más. Claramente, ese pequeño rebaño, ese grupo reducido podrá traer un fuego nuevo con el cual veremos a nuestra Iglesia “Renacer”

Yo sí creo que Dios ha estado haciéndonos un llamado a todos, pero son pocos los que han creído. Él nos está preparando para realizar su obra dentro de un mundo herido y plasmado de maldad, egoísmo y vanidad. Ahora es cuando se verán los verdaderos discípulos de Jesucristo, de ese pequeño rebaño al que se refiere Benedicto XVI, ese grupo que está siendo purificado y que por su fidelidad a Dios y la práctica de las obras de misericordia, ¡verán la gloria de Dios!

Creo firmemente también que viene un tiempo de avivamiento para la Iglesia a pesar de la crisis que se vive ahora. Estoy convencido de que LA IGLESIA RENACERÁ COMO RESULTADO DE HABER TENIDO UN ENCUENTRO VERDADERO CON JESUCRISTO. El verdadero encuentro tiene como resultado, el deseo de hacer la voluntad de Dios Padre por medio de su Hijo, hasta el punto de dar la vida por Él.

Te invito a que medites en las palabras de esta carta para que, al hacer tuyo su mensaje, seas también parte de ese pequeño rebaño. 
Este tiempo de Cuaresma es un tiempo muy apropiado para tomar la decisión más grande de la vida: ¡Aceptar seguir a Cristo! Porque la Iglesia necesita de hombres y mujeres movidos por el sufrimiento de los demás. Que quieran hacerlo con todo el amor y sin temor. 

Nunca olvidemos esta promesa tan grande de Jesús que nos anima y nos da la fuerza para perseverar hasta el final con Él: “Les he dicho todas estas cosas para que tengan paz. En este mundo tendrán tribulación (pruebas, sufrimiento, persecución), pero no teman, Yo he vencido al mundo”
Juan 16, 33

A nuestros queridos Sembradores de Jesús con María, les agradezco enormemente el apoyo y la generosidad con la que continúan apoyándonos tanto con sus oraciones como con sus donativos mensuales. Ruego a Dios Padre de la providencia para que multiplique en bendiciones a ustedes y sus familias, por el amor con el que siembran su semilla. Los invito para que se unan en oración por nuestra JORNADA de marzo 9-23, Que ninguno se pierda y que todos se salven. Que el cobijo y la protección maternal de nuestra Madre Santísima les cubra siempre y la paz de nuestro Señor Jesucristo sobreabunde en sus corazones.

Atentamente, en el amor de Jesucristo y de Santa María de Guadalupe.

 

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